REFLEXIONES UAT: ¿POR QUÉ A VECES OLVIDAMOS LAS LLAVES?

Por Dr. Jorge A. Lera, Dr. Daniel Cantú y Dr. José R. Baca, Universidad Autónoma de Tamaulipas

Continuando con nuestras notas breves universitarias UAT, hoy nos permitimos hablar de algo muy común que nos pasa a todas y todos en la vida. De hecho, reconozco que tengo más de 15 días que no encuentro las llaves de mi auto, por lo que he tenido que estar usando la llave doble del mismo.

Lo triste de este «olvido» o «pérdida», es que estoy seguro que dichas llaves las tengo extraviadas dentro de mi misma casa, pero no he logrado encontrarlas y por ello, mi esposa me reitera que esto me está pasando cada vez más frecuentemente y, eso provoca dentro de mí un desconcierto y una molestia que no me deja descansar…

REFLEXIONES:

En nuestra nota anterior, observamos brevemente cómo «el olvido» en lo general impacta en el aprendizaje haciéndose parte inherente de él. En esta ocasión, nos detendremos en un aspecto más específico del olvido: ¿por qué a veces, o a menudo, olvidamos dónde dejamos las llaves del auto, el teléfono, o una cita?.

Para estas implicaciones nos referiremos a algunas conclusiones populares del «especialista en el olvido» que tiene años en el estudio de la memoria humana, y que es un referente teórico primario en este tipo de investigaciones; nos referimos al Dr. Daniel Schacter, profesor de psicología de la Universidad de Harvard.

Un origen de la amnesia en estas circunstancias puede ser lo que se conoce como “distractibilidad” que es el olvido por falta de atención. A menudo con tantas ocupaciones y tareas en mente, poco prestamos atención a los detalles. El cerebro gusta de este tipo de comportamiento cognitivo, porque la rutina le provoca un menor gasto de recursos (actuar como piloto automático), de otra manera estaríamos alerta todo el tiempo, por lo que la carga de recursos cerebrales consumida sería mayor.

Otro origen a la amnesia del recuerdo es la “ceguera al cambio”, que sucede cuando el cerebro se siente confiando al creer que nada se le escapará, y por tanto “supone” la información del contexto sin prestarle suficiente atención.

Alguna vez usted salió de casa y se preguntó “¿apagué la estufa, o solo pensé que la apagaba?”

Otra etiología del olvido puede ser lo que se conoce como la “memoria del futuro” que es recordar algo que todavía no acontece, por ejemplo, dar un recado al ver a alguien, atender una cita, o sacar en veinte minutos las galletas del horno. Este tipo de recuerdo es más volátil y muy afectado por la distractibilidad pues se trata de recordar algo que aún no acontece. La recomendación general ha sido siempre anotar los pendientes.

Por último, para no alargar la lista, otro tipo de origen de la amnesia en estas circunstancias puede ser lo que se denomina “bloqueo”, que surge cuando no podemos recuperar un recuerdo, aunque parezca que lo tengamos en la punta de la lengua. El bloqueo se debe a una asociación incorrecta de inicio cuando se guardó el recuerdo por primera vez, por lo tanto, cuando nos bloqueamos, recordamos muchas otras cosas, pero no son lo que realmente queríamos recuperar.

Tenemos que reconocer al «olvido» para poder acercarnos al entendimiento de la memoria humana, y tenemos que considerar todas estas cuestiones si queremos acércanos al estudio del aprendizaje. Como docentes y formadores de docentes, es nuestra tarea a fin continuar reflexionando sobre estas cuestiones que son imprescindibles para la comprensión de la dinámica del único órgano humano que aprende: «el cerebro».

SUGERENCIA: Ante estas reflexiones, y al ver que aún no encuentro las llaves de mi auto, lo que podemos sugerir ahora, como un breve ejercicio, es repasar mentalmente dónde acostumbro poner las llaves u otro tipo de objeto perdido, luego de ello, iniciar una búsqueda que le llamó yo «inversa». Quiere decir, que ven lugar de buscar en los lugares más lógicos o comunes, realizaré una exhaustiva búsqueda en otros sitios que no son los que acostumbro… si este ejercicio me da buenos resultados, estaré satisfecho… si aún con ello no encuentro las llaves, tendré que ir a la agencia y solicitar un duplicado… lo triste y grave hoy día, es que las llaves son con dispositivos electrónicos y eso las convierte muy costosas…

Otra opción que encontré en Google, es saber que existen llaves genéricas que pueden ser clonadas… aquí les copio la liga de dichos artículos, por si es de su propio interés…