Poner a estudiar a miles de jóvenes vale más que 300 aeropuertos

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Hacer que cientos de miles de jóvenes que hoy no tienen una ocupación regresen a estudiar, como propone el nuevo gobierno, vale más que 300 aeropuertos. Miguel Alemán Velasco, empresario, ex gobernador, ex senador y presidente de Interjet, redondea: me dio mucho gusto ver esta propuesta de ayudar a estudiar a los que hoy no tienen nada que hacer. Y, además, les van a pagar. Eso nunca se me habí­a ocurrido, nunca lo habí­a escuchado.

Organizador y presidente de México Cumbre de Negocios, uno de los principales foros empresariales en el paí­s, Alemán Velasco se refiere al inminente relevo de gobierno: todos los cambios dan temor o exceso de optimismo. Y añade, en una entrevista con La Jornada: sí­ es serio lo que está proponiendo el próximo gobierno y hay que tomarlo así­. Habí­a mucho temor con la llegada del nuevo gobierno y Morena. Sin embargo, hemos visto que el inicio ha sido inteligente.

Sobre el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto opinó que quedó incomunicado. El gobierno actual informó, todos los dí­as lo hizo, pero no comunicó.

Sentado en la cabecera de una larga mesa de trabajo llena de documentos en la biblioteca de la Fundación Miguel Alemán recuerda: Allá se sentaba mi padre, dice, mientras señala al otro extremo. Ahí­ está todaví­a su teléfono, su carpeta, todo eso, añade.

El foro México Cumbre de Negocios se reunirá por décimo sexto año consecutivo, a partir de este domingo, en esta ocasión en Guadalajara. Estamos en un mundo disruptivo, dice Alemán Velasco a propósito de los temas que serán tratados en esta edición, a la que están invitados el presidente Enrique Peña y el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador.

Estamos en un mundo disruptivo. Estados Unidos tiene dos grupos, unos a favor y los otros en contra del presidente Donald Trump. Aquí­ en México igual: ganó la elección, por inmensa mayorí­a, la opción contraria al PRI –partido por el que fue senador y gobernador de Veracruz– y la gente está contenta, pero todaví­a no entramos en la etapa de seguridad y confianza definitiva. Nunca es definitiva, pero sí­ debemos tener confianza en nosotros mismos y desde luego en nuestros dirigentes, apunta. Se ve que actualmente hay programa, hay conciencia y se discute, y eso es muy importante para México, considera.

La Cumbre de Negocios, agrega, tratará de encontrar algunas respuestas a lo que México debe hacer en los siguientes años para navegar por ese mundo disruptivo.

Alemán Velasco considera que las más recientes generaciones de jóvenes en México no fueron lo suficientemente preparadas para adaptarse al vértigo del cambio tecnológico que se vive en el mundo y están en espera de lo que va a suceder. Hay que empujar mucho todo lo que antes se llamaba artes y oficios. Me dio mucho gusto ver que el nuevo gobierno propone ayudar a estudiar a los que no tienen nada que hacer y, además, les va a pagar. Eso nunca se me habí­a ocurrido, nunca lo habí­a escuchado. Si ocurre, eso vale más que 300 aeropuertos, porque es definitivo. Que estén ocupados va a asegurar que en México todos tengamos algo que hacer, producir y vender. No se logra en seis meses, es en varios sexenios, pero esta es una base muy significativa.

–¿Cómo define el momento que vive el paí­s en este periodo de transición de gobierno?

–Todos los cambios dan temor o exceso de optimismo. Aquí­, pretendendo estar en medio, creo que del esfuerzo que hagamos todos los mexicanos por ser ciudadanos, que se cumplan las obligaciones y se apliquen al máximo los derechos, vamos a estar en un México productivo.

–¿Qué predomina hoy, temor u optimismo?

–Habí­a, se sentí­a o comentaban que habí­a mucho temor con la llegada del nuevo gobierno del presidente electo y Morena. Sin embargo, hemos visto que el inicio ha sido inteligente, que se está proyectando un camino seguro y con progreso a todos los niveles, que como siempre se ha hecho en México desde los primeros tiempos, hay que pensar en lo chico para ser grande. Y este presidente trae esa intención.

Agrega: “La idea, por ejemplo, de las consultas respecto de obras –como el Nuevo Aeropuerto Internacional de México– no están planteadas en el aspecto técnico, sino en saber si comprende el pueblo de México la necesidad de lo que se va a hacer. í‰l va a tomar en cuenta la opinión”. Por eso, agrega, todos aquellos “que propongamos algo, los que vayan a hacer algo, tienen que estar muy seguros de lo que van a hacer o proponer, porque seguramente se les va a preguntar.

“Y él –se refiere a López Obrador, a quien prácticamente no cita por su nombre a lo largo de la entrevista– no va a ser como otros gobiernos que han gastado todo su dinero en obras por quedar bien, que las realizan tan rápido que luego nos encontramos socavones y una serie de errores.”

A su juicio, el próximo gobierno no va a gastar el presupuesto como el actual, en carreteras y una serie de cosas que no tiene que hacer el gobierno, sino dar en concesión, como todo el mundo, para que lo hagan ingenieros expertos, con las garantí­as de primera calidad en los materiales y de mantenimiento. Todo eso hay que arreglarlo. No creo que vaya a ser en seis años, pero va a iniciarse. Vamos a empezar por comprender nosotros primero porqué se tiene que hacer y luego a competir. Entonces yo lo veo con mucho optimismo.

–¿Entre la comunidad empresarial existe temor por el cambio o por algunos planteamientos que ha hecho el próximo gobierno?

–Esta Cumbre de Negocios es la oportunidad de explicar. Al que no le gustó, que lo diga; el que cree que hay solución, que lo diga y que al final de los tres dí­as tengamos un común denominador que podamos aplicar a los miedos que tengamos.

–¿Hay temor entre los empresarios de que haya un cambio de reglas que afecte sus negocios?

–No. Pienso que las reglas no se van a cambiar, sino que se van a aplicar. Yo no tengo ningún temor de que nos cambien las reglas a la mitad del partido.

–¿Qué se puede mejorar para dar un mejor entorno a los negocios?

–La comunicación. No es lo mismo informar que comunicar. El gobierno actual informó. Todos los dí­as lo hizo, pero no comunicó. En Los Pinos –la casa presidencial– todos los dí­as se hablaba. Los que podí­an ir a preguntar a secretarios o al Presidente, aclaraban muchas cosas, pero otros no tení­an esa oportunidad.

También con una larga trayectoria en medios –fue presidente de la división de informativos de Televisa–, Alemán Velasco puntualiza:

En el actual gobierno el público estaba incomunicado de las decisiones y acciones de la administración. Explica: “Veí­amos que en los encuentros en Los Pinos hablaba primero el que se quejaba, aquel que llevaba un problema serio de su grupo, después hablaba el secretario de Estado del ramo para ver qué se estaba haciendo y qué se iba a hacer y, finalmente, hablaba el Presidente para declarar que le daba mucho gusto que se encontrara un camino y que se iba a solucionar. En la noche, si veí­amos la televisión, transmiten invertido el orden de los factores y eso sí­ afecta el producto: Primero el Presidente, quien dice que se va a arreglar; luego el secretario, quien declara que se busca cómo arreglar el problema y luego el que se queja: ‘esto no sirve, nadie me ayuda’. El público se queda con el último mensaje. Es un detalle, pero en todo fue muy similar. Es mi opinión”.

–¿Considera que hay una polarización de la sociedad que impide avanzar más rápido en resolver algunos problemas del paí­s?

–Siempre hemos dicho que los mexicanos son como los cangrejos en un costal: cuando va trepando uno para salir, todos los demás lo jalan y hunden. Eso no es verdad. Pero el que no sabe obviamente tiene envidia del que sabe; el que no tiene trabajo envidia al que tiene y así­ sucesivamente. Si alguien hace bien las cosas, hay siempre tres o cuatro que lo hacen pedazos. Hay gente que encuentra maravillosa la actuación de un artista de cine y no falta quien diga ‘sí­, es bueno, pero es maricón’. Es automático. Esa es falta de educación, no de aprender a leer y escribir, sino una educación cí­vica que no tenemos. Si lo vamos entendiendo, lo vamos a aprender.

Entrarle todos

–El gobierno actual generó gran expectativa. ¿Qué pasó para que terminara en la situación de baja aceptación?

–Muchos se dedicaron a atacarlo y a deshacer lo hecho. Otros que opinaron no fueron escuchados. Y el gobierno, en su protección o autoprotección, hizo lo que pudo hacer. Pero en realidad, lo que decí­amos unos estaba en contra de otros; unos querí­an hacer y otros no dejaban hacer.

–El próximo gobierno inicia también con una alta expectativa. ¿Qué debe hacer para no convertir esa expectativa en frustración?

–Hacer lo que hizo para ser elegido: que todos le entraran al voto. Si no dejamos las cosas en manos sólo del gobierno, si todos le entramos, las cosas marcharán bien.

–¿De qué manera?

–Cumpliendo con nuestro deber.

–La Cumbre de Negocios cumple 16 años. ¿Cuál es su aportación al paí­s?

–Yo creo que muchas. Lo puede decir no sólo un mandatario, sino ex gobernadores y muchos otros. Para realizar el foro no vemos de qué partido es tal o cual estado, sólo que tenga actividad industrial. Nos vamos a las regiones. Empezamos en el sur, en Veracruz. Nos fuimos después al norte, a Monterrey. Vimos que en Veracruz funcionó muy bien con varias industrias o la mejora del ferrocarril. En Querétaro nos metimos muy fuerte para instalar un centro para la industria aeronáutica que está funcionando. Nos pasó lo mismo en Jalisco, en la zona de Colima y vamos a ir después a Guanajuato. Queremos ir a Sonora y a Baja California.

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