Cruz Azul recupera el liderato tras derrotar a Pumas en CU

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Cruz Azul sigue embalado y en duelo con final dramático derrotó 1-2 a Pumas, que continúa sin imponer su dominio en casa, en la jornada 15 del torneo Apertura 2018. La Máquina logró su segunda victoria como visitante, llegó a 30 puntos, con liguilla asegurada, y recuperó el liderato, mientras los felinos se quedaron con 26 unidades en el cuarto puesto.

í‰dgar Méndez adelantó a los celestes con un remate de cabeza a los 16 minutos, mientras Andrés Renterí­a acrecentó la ventaja al minuto 80. Felipe Mora descontó cinco minutos antes del final y aunque Adrián Aldrete fue expulsado al 90+2, los felinos no lograron rescatar la igualada.

Motivada por el tí­tulo de Copa, un nutrido grupo de la afición celeste acompañó a su equipo en el estadio Olí­mpico Universitario. Los seguidores felinos también respondieron y llenaron el recinto para respaldar a su plantel anteel equipo que más temible se ha mostrado en el torneo.

La Rebel, barra auriazul, entró al estadio con su grito de guerra Goya, Goya, mientras los visitantes fueron más discretos en su arribo, pero conforme avanzó el encuentro también entonaron su canto para alentar a La Máquina.

Los Pumas sufren cada vez que juegan en casa y esta vez no fue la excepción. Los felinos salieron acelerados, pero erraban al finalizar los ataques. En contraste, Cruz Azul mostró un juego más claro al apostar por el contragolpe, apoyado en la velocidad de sus delanteros.

Carlos González estuvo cerca de marcar por Pumas al enfilarse rumbo a la meta y disparar, la zaga bloqueó el ataque, el balón quedó vivo y el ariete intentó rematar en el rebote, pero apareció José de Jesús Corona, quien se lanzó al césped para robar el esférico.

La Máquina fue mas precavida en los primeros instantes, la estrategia funcionó y de manera repentina sorprendió con el primer gol. Aldrete filtró el balón desde el sector izquierdo y Méndez definió con un remate de cabeza que primero picó en la cancha para después entrar a las redes a la altura del travesaño. Eufórico, el español corrió a festejar con la afición celeste, besaba el escudo que portaba en la playera, mientras el graderí­o lo ovacionaba.

Los visitantes aprovecharon el desconcierto de los auriazules, y en un contrataque Méndez llegó al área y mandó un pase retrasado a Javier Salas, quien voló el esférico en el remate.

Con la presión de la desventaja, los felinos buscaban generar peligro y pese que lograban poner tensión, no completaban las jugadas.

Los auriazules dependí­an en la ofensiva de González, quien peleaba en el juego, aunque no fue letal. Desesperado por llegar a las redes, el timonel David Patiño reforzó el ataque al mandar a Matí­as Alustiza por Alan Mendoza.

Los felinos se acercaron con una jugada atropellada, luego de que Pablo Barrera mandó un centro y González estuvo cerca de anotar, de no ser porque Pablo Aguilar se arriesgó y sacó el esférico del área.

En el complemento Pumas se mostró más agresivo en la cancha por unos instantes; sin embargo, Cruz Azul no se conformó y revivió en el ataque. Incluso Cauterucciomandó el balón a las redes, pero el silbante Jorge Isaac Rojas señaló fuera de lugar.

La disputa se convirtió en un ir y venir de extremo a extremo de la cancha, al tiempo que otra ferviente batalla se viví­a en las gradas. Los seguidores de La Máquina cantaban el clásico yo soy celeste, mientras los universitarios respondí­an con un estridente Goya, Goya. Uno que otro aficionado local era más atrevido y gritaba a los visitantes subcampeón, eterno subcampeón.

Los Pumas no querí­an rendirse, pero los celestes fueron más certeros y dieron el segundo golpe. Madueña envió un pase a Renterí­a, quien rescató el balón dentro del área para sacudir las redes con un tiro pegado al poste izquierdo.

Los universitarios apelaron a la garra que los distingue y en el tramo final encendieron el juego, mientras los aficionados ya estaban de pie, pendientes de cada movimiento y se desviví­an en la angustia.

Juan Manuel Iturbe cobró un tiro de esquina, Luis Quintana saltó y conectó el balón con la cabeza, el esférico fue desviado por Mora para después entrar a la meta de los visitantes. El gol daba esperanza a Pumas y detonaba el festejó en las gradas.

Al recortar distancia, los felinos presionaron, querí­an la igualada. La emoción estalló cuando Aldrete fue expulsado por doble amarilla. Entonces Barrera cobró el tiro libre, aunque el balón se estrelló en la defensa. Pumas se fue de casa con un trago amargo.

Al término, Pedro Caixinha, estratega celeste, reconoció el trabajo de Pumas y dijo que no hay tí­tulo sin sufrimiento y hoy aprendimos a sufrir.

Patiño señaló que su equipo merecí­a al menos el empate y destacó que en la parte final hubo una mano de Aldrete que debió ser revisada por el sistema de videoarbitraje (VAR). Me parece que los árbitros deciden ahora de manera muy visceral. Ya revisé la jugada y era un penal claro, yo habrí­a pedido imparcialidad por parte del VAR.

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