El escritor Fernando del Paso, uno de los narradores y ensayistas más significativos y originales en la literatura latinoamericana de la segunda mitad del siglo XX, falleció hoy a los 83 años de edad, informó la Universidad de Guadalajara.
Autor de obras paradigmáticas dentro de las letras mexicanas, Fernando del Paso Morante nació en la ciudad de México, en 1935. Cursó los bachilleratos de ciencias biológicas y económicas, así como dos años de la licenciatura en Economía en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), donde realizó estudios asimismo de literatura, no sin antes pensar en hacerse médico, pero la sangre y los olores lo hicieron desistir.
José Trigo fue su primera novela, publicada en 1966, año en el que obtuvo el Premio Xavier Villaurrutia. Diez años después, apareció Palinuro de México, que recibió el Premio de Novela México a la mejor novela inédita y, posteriormente, los premios Internacional Rómulo Gallegos, en 1982, y a la Mejor Novela publicada en Francia, en 1985, según consigna una biografía publicada por El Colegio Nacional.
Noticias del Imperio, su tercera novela, apareció en 1986. De ésta existen traducciones al inglés, francés, portugués, alemán, holandés y chino. En 1995 se publicó su cuarta novela, Linda 67; en 1998 La muerte se va a Granada, obra de teatro en verso sobre Federico García Lorca, y en 1999 Cuentos dispersos, libro editado por la UNAM.
Fernando del Paso incursionó también en el ensayo y la poesía, además de una serie de sonetos bajo el título Sonetos del amor y de lo diario, además de publicar dos pequeños libros en verso para niños: De la A a la Z por un poeta y Paleta de diez colores.
Desde niño, alrededor de los 11 o 12 años, ejerció lo que sería su otra vocación: el dibujo, que no la pintura, porque “una cosa es ser dibujante y otra pintor, y yo soy lo primero, como José Luis Cuevas que, a mi parecer, es excelente dibujante, pero no pintorâ€, comentó el autor en una entrevista sostenida con La Jornada en mayo de 2011.
Incluso, gustaba sostener en plan de broma que ser dibujante era una venganza de su mano izquierda contra la derecha, pues él era zurdo natural pero en la escuela lo obligaron a comer y escribir con la diestra. Y así fue como lo hizo durante toda su vida: con la mano derecha escribía y comía mientras que con la izquierda dibujaba.
“Quiero dejar muy claro que para mí la pintura, el dibujo no es un pasatiempo; es algo que me tomo muy a pecho. Pero escribir es más mi oficio: a veces he dejado de dibujar o pintar para escribir, pero nunca he dejado de escribir para dibujarâ€, según precisó en esa misma charla.
La obra plástica de Fernando del Paso ha sido exhibida en diversos recintos de México y varias capitales del mundo, como París, Madrid y Londres. Entre los primeros, se encuentran el Palacio de Bellas Artes y los museo de Arte Moderno y Carrillo Gil, además de que en Colima existe desde 2011 un recinto museístico con su nombre , que cuenta con una amplia y variada colección de su trabajo.
Otra ocupaciones ejercidas por el versatil creador a lo largo de su existencia fue en el mundo de la publicidad, donde trabajó para varias agencias, e incursionó asimismo en el periodismo cultural y la locución.
Vivió dos años en Estados Unidos, como participante del International Writing Program de la Universidad de Iowa City; 14 en Londres, como colaborador de la British Broadcasting Corporation (BBC); y ocho en París, donde se desempeñó como consejero cultural y después como cónsul general de México.
Fernando del Paso se distinguió siempre por su posición política progresista y ser “un hombre de izquierda confesoâ€. Frecuentes eran sus expresiones de simpatía y apoyo con las causas y movimientos sociales.
En una entrevista sostenida con este diario en 2011, compartió su visión sobre el país y sostuvo que mientras en éste no exista más igualdad, seguirá existiendo crimen violento.
“México es un desastre, económica y socialmente, para qué hablar de lo que todo el mundo conoce, una violencia extrema; pero hay muchas clases de violencia: el robo de los políticos, la violencia es otra clase de violencia. Si hubiera unos paralímpicos de políticos intelectualmente discapacitados nos llevaríamos muchas medallasâ€, señaló.
“No tengo las fórmulas, no puedo presumir de tener una. Sigo creyendo firmemente que, aunque muchos expertos lo niegan, es resultado de una discriminación económica y social muy añeja, que arranca desde los tiempos de la Colonia y la Independencia.
“ Es decir, la mala distribución de la riqueza, la pobreza, es lo que hace surgir a la delincuencia, muchachos que no tienen futuro, los ninis que no estudian, no pueden estudiar y no consiguen buenos trabajosâ€.
Del Paso fue miembro de El Colegio Nacional desde 1996, de la Academia Mexicana de la Lengua a partir de 2009, miembro honorario del Seminario de Cultura Mexicana; en 1993 fue nombrado Creador Emérito y, en 1998, Miembro honorario de The American Association of Teachers of Spanish and Portuguese.
Entre los varios reconocimientos que recibió, destacan el Premio Nacional de Ciencias y Artes en 1991, el FIL de Literatura en 2007, el Mazatlán de Literatura en 1988, el Premio Novela México 1975, el Premio Cervantes en 2015.