Roma. La justicia italiana solicitó el embargo del barco humanitario Aquarius acusado de tratamiento ilegal de residuos peligrosos, un nuevo golpe para las ONG que rescatan migrantes en el mar.
Médicos Sin Fronteras (MSF), que fleta el Aquarius desde 2016 junto la organización humanitaria SOS Mediterráneo, denunció una medida desproporcionada e instrumental, destinada a criminalizar por enésima vez la acción médico-humanitaria en el mar
.
En una conferencia de prensa, MSF anunció que presentará un recurso y recalcó que durante estos años no han recibido ninguna amonestación o alerta sobre basura de las autoridades.
Nosotros trabajamos en países donde azota el virus de ébola y de cólera. Acusarnos de ser irresponsables con ello es ridículo
, expresó Marco Bertotto, representante de MSF en Italia.
Desde 2014 las ONG han rescatado a más de 120 mil migrantes en costas de Libia. Pese a ello han sido blanco de interminables ataques políticos, tanto de la izquierda como de la derecha, que han tratado de impedirles su labor con medidas judiciales y administrativas.
Por eso varias organizaciones suspendieron sus actividades o trabajan en otras zonas del mundo, mientras sus barcos permanecen meses bloqueados en puertos de Italia o Malta.
Desde principios de octubre el Aquarius está en Marsella (Francia), sin una bandera que le permita navegar después de que le retiraran las de Gibraltar y Panamá.
Según la fiscalía de Catania (Sicilia) en 44 ocasiones hubo un tratamiento ilegal de residuos por un total de 24 mil kilos de desechos.
La justicia ordenó también el embargo de las cuentas bancarias de MSF por un total de 460 mil euros, el monto por no haber eliminado correctamente los residuos de comida y sanitarios.