La gran final de la Copa Libertadores que disputarán River Plate y Boca Juniors, y que tendrá su desenlace este sábado, se vive con gran pasión en Buenos Aires. Así lo hizo sentir la afición de Boca, que el día de ayer, desbordados en un mismo sentimiento, abarrotaron el estadio de La Bombonera durante la práctica que ofreció el equipo previo al excitante duelo que tiene paralizada a toda Argentina.
En una significativa muestra de apoyo al cuadro xeneize, más de 45 mil personas inundaron las gradas, en un inusual entrenamiento, donde los cánticos fueron la principal inyección de motivación hacia el cuadro que dirige Guillermo Barros Schelotto. “¡Y dale alegría, alegría a mi corazón… la Copa Libertadores es mi obsesión…!â€, se escuchó en el llamado Bombonerazo.
Pese a las altas temperaturas que se registraron en la capital argentina (32ºC), los fervorosos hinchas boquenses se dieron cita a las afueras del inmueble desde muy temprano. Ver por una última ocasión a su equipo, previo al duelo del sábado y en un juego donde los seguidores de Boca no podrán ingresar al Monumental, se convirtió en una visita forzosa.
Una vez que inició la práctica, la postal fue impecable. Cánticos, saltos, gritos, todos al unisono de una voz y en respaldo de un legado que no volverá a ser el mismo, en cuanto el arbitro pite el final del partido. “El que gane celebrará para siempre, y el que pierda deberá cargar con una cruz de por vida“,así lo describió Marcelo Salas, ex jugador de River Plate.
Después del entrenamiento, Guillermo Barros Schelotto, técnico de Boca, se mostró emocionado por el apoyo que mostró su afición. No estoy sorprendido, pero no me deja de emocionar. La verdad llenar la cancha de esa manera, solamente para despedirlos para esta final, es increíble, aseguró en una entrevista con radio La Red.