La película Roma, de Alfonso Cuarón, se ha convertido en un fenómeno sociocultural en México.
Pese a que las grandes cadenas de exhibición no quisieron proyectarla porque, según lo expresaron, su modelo de negocios es diferente al de las plataformas de Internet, Netflix, la más global de éstas, sí flexibilizó
 su modelo de negocio por ella: invitó a que las salas la exhibieran antes de su estreno –el próximo 14 de diciembre– lo que detonó la creación, en el país, de un circuito alternativo de exhibición.
“Lo más importante –asegura el cineasta Alfonso Cuarón a La Jornadaen entrevista– es la respuesta emocional tan fuerte de parte del público mexicano.â€
En la charla, Cuarón comenta que no se trata de un pleito; sólo hubo dos modelos económicos no compatibles, y no voy a defender a uno o a otro, sólo puedo hablar de que uno sí fue flexible y el otro no
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Acepta que Netflix “no es una hermana de la caridad, pero por Romase ha flexibilizado. No tomo postura, no soy abogado de una empresa ni de otra, lo que digo es que el mundo de las plataformas no es una moda; son nuevas tendencias, y es importante abrazar a todas y, sobre todo, defender la diversidad en el cineâ€.
Se pregunta al realizador –primer mexicano y latinoamericano en ganar un í“scar como mejor director– si vivimos un parteaguas. Si el cine está dejando las pantallas…
Responde:Â Estoy en desacuerdo respecto del tema de que está dejando las pantallas. Siempre abogaré, pelearé para que sigan existiendo, porque es la mejor experiencia para ver una película, además de la maravillosa práctica comunal que es ver una cinta en una sala de cine. En lo que estoy de acuerdo es que, hoy día, cuando tenemos acceso a esos espacios es para disfrutar mayormente de productos de Hollywood. Cuando hay una cinta interesante (que no sea de allá) es mejor verla pronto porque si no, la quitan de cartelera
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Mayor diversidad
Entonces, agrega el director y guionista, “lo que sí están creando las plataformas es una mayor diversidad y una democratización de lo que es el cine. Por ejemplo, Yalitzia Aparicio –protagonista de Roma– dice que le da gusto que vaya a pasar por Netflix, ya que en su comunidad (en Oaxaca), ir al cine es hacer un recorrido de tres horas, y no todos tienen los recursos para ello. Las plataformas poseen un alcance mayor y eso es maravilloso, pero lo más importante, recalco, es el regreso a la diversidad en el cineâ€.
Roma, asevera, está teniendo curiosamente más pantallas gracias al empuje que le ha dado Netflix que las que pudo haber obtenido en una distribución convencional. Estoy hablando de pantallas de cine antes de estar en la plataforma. Hay que recordar que esa compañía nunca ha exhibido cintas en salas antes de exponerlas en su sitio y, en este caso, la película está saliendo tres semanas antes del estreno
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Es decir, plantea Cuarón, por Romauna compañía trasnacional gringa flexibilizó sus reglas, pero por desgracia, los exhibidores mexicanos no quisieron hacerlo con ninguna de las suyas
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–¿Por qué no hubo flexibilidad?, se le pregunta.
–Tengo una relación cordial con Alejandro Ramírez (director general de Cinépolis), a quien le estoy agradecido por muchas cosas; hay mutuo respeto. Lo que pasa es que son modelos económicos diferentes, y éstos, no nos hagamos tontos, son rapaces.
Su interrogante, confiesa, “es la responsabilidad social y cultural. Es decir, no me refiero sólo a Roma, sino a la responsabilidad social y cultural respecto del cine mexicano. A lo que voy es que no sólo en producción es en lo que se necesita responsabilidad, sino en ventanas, en tener muchas más ventanas de exhibiciónâ€.
Cuarón afirma que, por su relación tan cordial con Cinépolis fue a la primera compañía que le ofreció Roma. Por ello, tenía la esperanza de que se llegara a un arreglo
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Circuitos alternativos e independientes
Agrega que tras lanzar el mensaje a través de Twitter de que le gustaría que en México tuviera más salas, circuitos alternativos e independientes de todo el país “se comunicaron con nosotros y semana tras semana seguimos expandiendo la cantidad de espacios de proyección. Es apasionante, me ha conmovido, porque nada más fui objetivo y claro… por eso mandé otros tuits diciendo que estaba disponible para todas la salas que la quisieran proyectar. Me gustaría que se sumaran las grandes cadenas, que tienen todo el derecho de hacer lo que quieran. Sí, albergaba la esperanza de que se flexibilizaran, pero no pasa nada si no lo hacen. Lo positivo es que nuevo público está conociendo nuevos lugares de proyecciónâ€.
El fenómeno en la audiencia que ha traído Roma, en la que cuenta una historia personal, es para él algo inesperado, porque cuando la hice no tenía la certeza de cómo iba a funcionar. El hecho de que un filme acerca de un universo muy específico, sobre una casa, una familia… en la que trataba de conseguir un acercamiento a mi país, empiece a recibir esa respuesta emocional, tiene gran sentido pues, aunque sea universal, el nivel de lectura de lo que se describe en el largometraje es muy específico para el público mexicano
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–¿Cómo ha visto los cambios en su país?
–La cinta conecta, porque mi memoria también pertenece a una colectiva. Muchos compartimos esa memoria. Existe la esperanza de tumbar paradigmas; veamos qué sucede, pero tengo esperanza, y mucha.
–Para la construcción de la historia recurrió a su memoria en 80 o 90 por ciento. ¿Consultó a sus sueños?
–Fue entrar a recordar. La memoria es compleja y te lleva a un corredor infinito con muchas puertas, las cuales se van abriendo y te llevan a una memoria nueva. Hay llagas, cicatrices que muchos mexicanos compartimos como sociedad. Lo interesante de hacerla era compartir esa memoria.
Hay que recordar que el fin de semana pasado se reportó que la recaudación que tuvo en su estreno en Los íngeles, la ubica entre las mejores para una cinta en idioma extranjero, según informaron fuentes de la industria fílmica.
“Roma tiene ese récord, lo que contradice el miedo de que las plataformas y la exhibición en pantallas no son compatiblesâ€, concluye Cuarón.