La secretaria general de la Unión Cristianodemócrata (CDU), Annegret Kramp-Karrenbauer, fue elegida hoy sucesora de la canciller Angela Merkel al frente de los conservadores alemanes con 517 votos o 51.8 por ciento del apoyo de los delegados.
Kramp-Karrenbauer se impuso finalmente al ex líder del grupo parlamentario de la CDU Friedrich Merz, que obtuvo 482 votos, en segunda vuelta de votación durante el congreso federal del partido en Hamburgo, y se perfila como posible candidata a la Cancillería de Alemania en las próximas elecciones generales del país.
La votación abre así una nueva era en el partido tras 18 años de liderazgo de Merkel. Sin embargo, la canciller de Alemania desde 2005 tiene previsto continuar en su cargo como mandataria hasta el final de la legislatura en 2021.
«Acepto la designación y agradezco la confianza», declaró Kramp-Karrenbauer ante los 1.001 delegados del partido al conocer la noticia con lágrimas aún en los ojos. «Agradezco a mis rivales por una campaña justa como la que hemos hecho».
En la primera vuelta, Kramp-Karrenabuer recibió 450 votos, mientras Merz se hizo con 392 votos y el ministro de Sanidad alemán, Jens Spahn, tan solo 157. Al no obtener ninguno de los tres la necesaria mayoría de 500 votos, se llevó a cabo una segunda votación en la que ya sólo concurrieron los dos candidatos más votados.
En su discurso de defensa de su candidatura, Kramp-Karrenbauer llamó a la CDU a demostrar «más valor» y «confianza en sí misma». «Si tenemos valor viviremos en una Europa fuerte, en una Europa con un euro a prueba de crisis y con un Ejército europeo que sea una realidad», afirmó.
En su opinión, todo esto es necesario si se quiere que la CDU siga siendo el partido de hoy y el de mañana. «Necesitamos una CDU fuerte.
Esta Europa, esta Alemania necesita una CDU fuerte», declaró al mismo tiempo que agradeció a Merkel por su trabajo. Sin embargo, señaló que ahora se trata del futuro, no del ayer. «Da igual quien gane hoy. Ninguno de los candidatos desencadenará el hundimiento de la CDU», dijo en alusión a ciertas informaciones alarmistas aparecidas en los medios de comunicación alemanes, despertando así el aplauso de los delegados. «Para mí no hay una CDU liberal, o una CDU de valores conservadores. ¡Somos una familia! Y así es como debe continuar».
Mientras, intentó distanciarse del apelativo de «mini-Merkel», como algunos la designan por su pragmático estilo político centrista y su reputación de leal a la canciller. «La gente me considera una ‘mini’, una copia, un simple más de lo mismo, pero puedo decir que estoy aquí por mí misma», declaró la política de 56 años. Conocida como «AKK» por sus iniciales, Kramp-Karrenabuer es una política de estilo sobrio y poco propensa a los grandes gestos.
Comenzó su carrera en la política hace más de tres décadas como concejal en su pueblo natal, Pí¼ttlingen, en el suroeste de Alemania, cerca de la frontera con Francia.
Desde entonces, cada vez que fue llamada a ocupar un puesto lo hizo de manera tan eficiente que no tardaba mucho en llegar la siguiente promoción. En febrero, la primera ministra del diminuto estado del Sarre fue convocada por Merkel para ocupar el puesto de secretaria general y, por tanto, convertirse en «número dos» de la CDU.
Trabaja desde hace años de forma estrecha con la canciller, con la que suele ser comparada por su estilo mesurado y analítico, así como por su tenacidad y capacidad para imponer sus ideas.
Desde 2010 forma parte de la Ejecutiva de la CDU e integró la delegación democristiana que negoció el acuerdo para la formación de una nueva coalición de Gobierno con los socialdemócratas.