con un gigantesco espectáculo de fuegos artificiales en la bahía de Sidney, fue uno de los primeros países en dar vuelta a la página de un tumultuoso 2018 y recibir un nuevo año lleno de incertidumbres.
Poco después, China entró también en 2019, mientras que Europa aún deberá esperar unas horas. Con ocasión de su discurso de Año Nuevo, el presidente Xi Jinping prometió continuar con las reformas y abrir su país aún más al resto del mundo: «El ritmo de nuestras reformas va a continuar, y la puerta se va a abrir todavía más».
Para los festejos, Sidney, la ciudad más grande de Australia, se iluminó con el mayor espectáculo de fuegos artificiales que se haya celebrado hasta ahora en su emblemática bahía.