El cacerolazo llegó para quedarse†se leía en los carteles improvisados de miles de personas que salieron a las calles la noche de este viernes convocados por Comunas, Asambleas Barriales y organismos vecinales contra el tarifazo, los despidos, la pobreza “el derrumbe y la entrega del paísâ€. Fueron criticados el presidente Mauricio Macri que vacaciona con su familia en el sur y a los funcionarios que han viajado al exclusivo balneario de Punta del Este en Uruguay, en medio de la crisis, y se habló de “el hambre de millones de argentinos†y de jubilados “nuestros viejos†a los que no les alcanza para sus remedios ni para comer y participaron muchos sectores de la clase media gravemente afectada.
En diversas esquinas de la ciudad los cacerolazos de hoy superaron al primero que se dio días atrás y son similares a los que comenzaron en diciembre de 2001 antes del estallido y la represión que llevó a la renuncia del ex presidente Fernando de la Rúa el 20 de diciembre de ese año.
En este contexto, Macri instruyó la compra de pistolas taser para la policía a pesar de que la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) consideró que podía ser usada como instrumento de tortura.
Cuando Macri era jefe de gobierno capitalino ya intentó imponer en la policía de la ciudad de Buenos Aires el uso de estas pistolas, que han producido cientos de víctimas fatales en Estados Unidos, originando un rechazo generalizado en un país donde miles de personas fueron torturadas y asesinadas con el uso de la picana eléctrica, durante la pasada dictadura militar.
Estas armas inmovilizan de forma instantánea a quien recibe la descarga eléctrica, lo que genera múltiples contracciones musculares por segundo, y no dejan marcas físicas, por lo cual la CIDH ante la denuncia de organismos de derechos humanos lo considera instrumento de tortura.
También esta noche varios vecinos en los cacerolazos alertaron contra la compra de armas para la represión y hablaron de la “apurada bolsonarización de Argentinaâ€.
El secretario de Seguridad, Eugenio Burzaco, confirmó por su parte la compra de las taser argumentando que en Argentina “faltan armas intermedias entre la pistola y el bastón†y desestimó el rechazo de los organismos de derechos humanos al opinar que “si cada tema nos va a traer una reminiscencia no vamos a poder usar ningún armaâ€.
En tanto las cifras económicas de los últimos días son abrumadoras, al conocerse oficialmente que el sector industrial registró un retroceso de 13.3 por ciento en noviembre pasado, considerándose una de las cifras más altas en los últimos años De acuerdo al Instituto Nacional de Estadística y Censo (INDEC) la construcción, descendió un 15.9 por ciento la mayor caída en dos años. Hay referencia a la fuerte caída de los sectores de producción textil, un 32.2 por ciento de caída y la industria metalmecánica, que retrocedió un 26.2 por ciento interanualmente.