¿Cuanto Vale Una Vida?

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Desde Esta Esquina / Meliton Guevara Castillo

¿Cuanto Vale Una Vida?

Sucedió en Tampico: una niñita de 5 años fue violada y asesinada. Los datos que a la fecha se conocen son escuetos: el agresor, ahora asesino, entro por una ventana; maltrato a dos mujeres adultas y en una habitación encontró a la menor de edad: los hechos tienen consternados a medio mundo. Y es, si, es cuando uno se preguntó: ¿Qué valor tiene una vida? ¿Cómo es posible que existan personas que cometan este tipo de hechos? Claro, se presume, andaba drogado y borracho.

Si uno revisa la sección policiaca de un periódico, o ponemos atención al noticiero de radio o tv, nos daremos cuenta que, este tipo de hechos, con todo y que son aislados suceden con cierta frecuencia. Confirmamos, así­, que efectivamente hay una desintegración familiar en deterioro en la sociedad. Drogadicción, alcoholismo, delincuencia juvenil, prostitución, entre otras, son las lacras de una parte de la sociedad actual.

LA VIDA NO VALE NADA.

José Alfredo Jiménez categóricamente, en una de sus canciones, sentencia que la vida no vale nada. Pero su eso fuera cierto, no verí­amos por ejemplo, como en las redes sociales se hacen y se comparten oraciones, pidiendo al Gran Hacedor por la salud o la vida de alguien. Y además, por otra parte, no estuvieran saturados los hospitales o clí­nicas del paí­s. La vida, si vale, y vale en la medida que, nosotros mismos, buscamos cuidarla. Cuando nos despedimos de alguien, le decimos: ¡cuí­date!

La cuestión es que, unos y otros, aquí­ y allá, no tienen empacho en quitar la vida a alguien, sea adulto o menor, no hay discriminación. ¿Por qué se llega, a ese momento o circunstancias, de quitarle la vida a alguien. Da la impresión que, efectivamente, para unos no vale nada, puesto que –drogados o alcoholizados- en un santiamén despojan a un ser humano de su vida. Es un hecho que, desde luego, nadie justifica.

BIENESTAR SOCIAL.

El Estado tiene la tarea de brindar, o garantizar, bienestar social a la población: empleo, salarios, educación, salud. El problema es que, gobierno tras gobierno, pese a las cifras alegres, crece –no disminuye- la pobreza y sus manifestaciones colaterales, como son el desempleo, la marginación, el alcoholismo, la drogadicción, entre otros problemas sociales. Lo anterior, se infiere, luego entonces, que el Estado ha sido incapaz de cumplir con uno de sus propósitos torales.

En el plano de la administración pública corresponde al DIF, en esencia, realizar las tareas pertinentes para la integración familiar. A ellos, se agrega las tareas de otras dependencias como la SEBIEN, a nivel estatal, y SEDESOL nacional. Con bombos y platillos se anuncian y se hacen eventos que magnifican las tareas que se realizan… pero es, como quien dice, oropel, puesto que las cifras de pobreza, marginación, siguen siendo altas. Es como si no existieran trabajos y programas de bienestar social.

EL TEJIDO SOCIAL.

El gobernante, o el lí­der social, con cierta frecuencia hablan de recomponer el tejido social. Y efectivamente, se puede hacer: con acciones que atraigan inversiones, que creen empleo, que den mejores salarios… y hay unas que, sin tocas esos temas, funcionan a la perfección: los espacios públicos de recreación; ahí­ donde niños y jóvenes, adultos, hombres y mujeres, se reúnen y conviven. Está comprobado que en los núcleos con desintegración social, que se drogan o que son alcohólicos, se aprovecha la oportunidad cuando se les brinda la oportunidad de participar en talleres que van desde la música, la pintura, el baile y el deporte.

La experiencia indica que, por estas ví­as, se socializa y el tejido social se fortalece. Pero también, por esta ví­a, se socializan imágenes, percepciones, decisiones y acciones que tienen que ver con la polí­tica. Por eso, los servidores públicos que están en este tipo de áreas, en la práctica se convierten en operadores polí­ticos: se vinculan con lí­deres sociales, deportivos, culturales. La ayuda gubernamental, así­, se convierte en un proceso de reclutamiento de adeptos.

EL RETO SOCIAL.

El reto, indudable, de quienes son servidores públicos de áreas que tienen la tarea de recomponer el tejido social, es lograr la participación de la comunidad organizada; en este caso, de grupos deportivos, recreativos, culturales, que en buena medida son organizaciones A.C En la práctica, por ejemplo, hasta los partidos polí­ticos buscan integrar o identificar a grupos especí­ficos, como los de capacidades diferentes y cuentan con una secretaria de gestión social… con tal, si, de hacer notar que hacen labor social y se preocupan de los males y problemas de la sociedad.

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