Entre los integrantes de ambas caravanas prevalece la idea de ingresar a territorio estadunidense, pero si no lo logran, muchos aceptarían quedarse en México.
Conscientes de que es difícil cruzar la frontera de Estados Unidos porque no cumplen las condiciones de la severa política migratoria del presidente Donald Trump, los migrantes partieron en caravana este martes muy temprano desde Honduras, y el miércoles desde El Salvador, mostrándose resignados a quedarse en tierras mexicanas, como alternativa, ante el cambio de la política migratoria de México.
La misma noche del martes, cientos de hondureños cruzaron en caravana a Guatemala al romper el cerco policial. Luego de pasar la barrera de unos 150 policías hondureños que les impedían el paso, los migrantes saltaron de la alegría y gritaban Fuera JOH
, en referencia a las iniciales del presidente hondureño, Juan Orlando Hernández.
Al cruzar la frontera se encontraron con un cordón de policías guatemaltecos, en un intento para que los dejaran seguir y continuar su camino hacia el norte.
En un afiche difundido por redes sociales, personas anónimas convocaron a la Caravana migrante 15 de enero
 saliendo de la terminal de San Pedro Sula, la segunda ciudad del país, 180 kilómetros al norte de la capital. Buscamos refugio. En Honduras nos matan
, agregaba el cartel; se estima en casi un millar el número de migrantes de esta caravana.
En tanto, en San Salvador, la mañana de este miércoles, otro grupo de migrantes, éste de unos 200 entre adultos y menores, salió con la intención de llegar a Estados Unidos por vía terrestre.
Jonathan Ramos, de 30 años, expresó que la primera opción
 es llegar a Estados Unidos, pero si esa meta no es posible se quedará en México trabajando
 gracias a que ese país ofreció permisos laborales.
Decidimos viajar porque aquí, por vivir en una zona de inseguridad, desconfían de uno y no le dan trabajo
, declaró Franklin Martínez, de 34 años, acompañado de su pareja, Zaraí, y su hija Camila, de dos años. Martínez intentó sobrevivir transportando personas en un microbús pirata (sin permisos) al no encontrar trabajo formal, pero desistió por las multas constantes
 que le imponía la policía.