El virus del zika surgió en el noreste de Brasil en 2015 y se propagó rápidamente por América, afectando a las poblaciones que han estado expuestas en gran medida al virus del dengue.
Debido a que ambos virus están estrechamente relacionados, es posible que la inmunidad prexistente del virus del dengue también pueda afectar la susceptibilidad del zika.
Sin embargo, sigue sin estar claro el impacto de la exposición previa al virus del dengue en los resultados en las personas infectadas con zika. Para estudiar este impacto potencial, Harris y sus colegas analizaron la gran epidemia de zika de 2016 en Managua, Nicaragua, centrándose en una cohorte pediátrica con historias inmunológicas del virus del dengue bien caracterizadas.
El estudio de cohorte a largo plazo, basado en la comunidad, actualmente en su decimoquinto año consecutivo, dio seguimiento a unos 3 mil 700 niños de dos a 14 años de edad.
Los autores encontraron que la infección por virus del dengue anterior y reciente se asoció con protección contra la infección por zika sintomático en la población total de la cohorte y entre las personas infectadas con el virus del zika.
En contraste, la infección previa o reciente del virus del dengue no afectó a la tasa de infección total del virus zika.
Estos hallazgos apoyan la idea de que la inmunidad previa contra el virus del dengue podría ser una protección cruzada contra el zika sintomático.
De acuerdo con los autores, se necesita más investigación para abordar los posibles mecanismos inmunológicos de protección cruzada entre estos virus y si la inmunidad del dengue también modula los resultados graves de la infección por zika, como los síndromes neurológicos o congénitos.