Por primera vez, astrónomos han detectado un cuerpo de 1.3 kilómetros de radio en el borde del sistema solar, teorizado hace 70 años como un ‘eslabón perdido’ en el proceso de formación planetaria.
El objeto se encuentra en el cinturón de Kuiper, que se ubica de 30 a 55 unidades astronómicas del Sol, más allá de la órbita de Neptuno, formado por escombros que quedaron después de la formación de los planetas. Debido a la pequeña cantidad de luz solar, los asteroides y cometas en esta parte del sistema solar se conservan prístinos durante miles de millones de años.
Los objetos con un radio de un kilómetro, ubicados a tal distancia, son muy tenues, por lo que los astrónomos tuvieron que utilizar un método llamado ocultación, que monitoriza una gran cantidad de estrellas y observa la sombra de objetos que pasan frente a una de ellas.
Al analizar los datos, el equipo encontró un evento consistente con una estrella que parece atenuarse, por la acción de un objeto del cinturón de Kuiper de 1.3 kilómetros de radio. Esta detección indica que los objetos del cinturón de Kuiper de tamaño kilométrico son más numerosos de lo que se pensaba anteriormente.
Esto es compatible con modelos en los que los planetesimales primero crecen lentamente en objetos de un kilómetro antes de que el crecimiento descontrolado los convierta en planetas.
El estudio, liderado por Ko Arimatsu del NAOJ (National Astronomical Observatory of Japan) se publica en Nature Astronomy.