Estados Unidos.- La secretaria general adjunta de Asuntos de Desarme de las Naciones Unidas, Izumi Nakamitsu, alertó hoy que en la actualidad el mundo vive el mayor riesgo de guerra nuclear «en generaciones», lo que amenaza a la paz y la seguridad internacional.
Las posibles consecuencias de una guerra nuclear serían globales y afectarán a todos los Estados, indicó Nakamitsu, quien sostuvo que la revisión del Tratado de No Proliferación (TNP) es una oportunidad para garantizar una seguridad colectiva.
Advirtió que en un mundo definido más por la competencia que por la cooperación y por la adquisición de armas más que por la diplomacia, la amenaza nuclear es «la más alta de lo que ha habido en generaciones».
El Tratado de No Proliferación (TNP), que entró en vigor en 1970 y será sometido a una revisión histórica durante una Conferencia que se celebrará en 2020, representa el único compromiso multilateral y vinculante con el desarme de los Estados que oficialmente almacenan armas nucleares.
Su objetivo es prevenir la propagación de las armas nucleares, fomentar la cooperación en los usos pacíficos de la energía nuclear y promover el desarme en general y el nuclear, en particular.
La encargada de la ONU para asuntos de desarme describió los dos pilares del Tratado, el desarme y la no proliferación, como «dos caras de la misma moneda» y agregó que «el retroceso en uno dará como resultado el retroceso en el otro».
Nakamitsu dijo que existe una «retórica peligrosa» sobre el uso de armas nucleares. Comentó que existe una mayor dependencia de las bombas atómicas en las doctrinas de seguridad y que se han emprendido programas de modernización para hacer que las armas nucleares sean más rápidas, sigilosas y precisas.
La continuidad del TNP, que tiene una vigencia de casi medio siglo, no se puede dar por sentada y actualmente no hay ninguna reglamentación que reemplace el marco de desarme y control de armas que ha sido fundamental para la era posterior a la Guerra Fría.
La próxima Conferencia de Revisión en 2020 será un «momento decisivo», según Nakamitsu que indicó que la reunión puede, o bien resaltar las divisiones entre los Estados y plantear preguntas sobre su disposición a buscar la seguridad colectiva, o presentar «una oportunidad de oro†para obtener unos beneficios prácticos que aseguren la continuidad del Tratado