Xalapa. La Fiscalía General del Estado investiga un «acto de venganza» entre dos grupos delictivos como el móvil de la masacre en la que murieron 13 personas el viernes pasado en Minatitlán.
El ataque iba dirigido en particular a uno de los asistentes a la fiesta donde se produjo la matanza, dijo hoy en conferencia de prensa el fiscal general del estado, Luis Winckler.
El funcionario indicó que las primeras investigaciones mostraron que los sicarios buscaban a Julio César González Reyna, una de las 13 víctimas de los hechos y quien es propietario de los bares La esquina del Chacal y La crudería, en la misma ciudad.
En el primero de los bares se vendía droga de un grupo criminal y después se vendía la de otra banda, según el informe que presentó Winckler.
En su reporte, el fiscal dijo que al retirarse del lugar, los sicarios decían: «Con esto no se juega…»