Juan Sánchez Mendoza / Golpe a golpe
+ Los federales tendrán que trabajar de lunes a sábado, según la nueva ley
+ También se anularían compensaciones, estímulos, comisiones y ‘viáticos’
+ Cundo la Yeidckol venga a Tamaulipas, sólo hallará destrozos partidistas
+ Soto Alemán crece, tan fuerte, que pisa callos entre los grupos de interés
+ Campos Martínez logra avances para el Itace, pese a restricción federal
Por Juan Sánchez-Mendoza
En el Palacio Legislativo de San Lázaro se cocina un nuevo golpe contra la burocracia federal –estimada en +/-, un millón 750 mil empleados–, bajo el principio recurrente de que no puede haber gobierno rico con pueblo pobre.
Al menos ésta justificante ofrece Andrés Manuel López Obrador, en su iniciativa para crear la Ley de Austeridad Republicana que, por cierto, sería aprobada por el pleno cameral a más tardar el martes próximo.
El documento contempla ampliar la jornada laboral, de lunes a sábado; acabar con los bonos y estímulos a funcionarios públicos; sus ‘comisiones’, compensaciones o percepciones extraordinarias al salario, que estén fuera de los tabuladores.
También considera anular las fiestas en las oficinas públicas; y prohibir que en su desempeño laboral los servidores reciban cualquier tipo de pago, dádiva, regalo, viaje o servicio, que beneficie a su persona o familiares más cercanos.
Cancela la contratación oficial de seguros de gastos médicos privados, de vida y/o pensiones distintos a las prestaciones de seguridad social; igual los viáticos, para acabar con el turismo político de fantochería, pues, según el mandatario federal, había tantos abusos que al contratar vuelos privados los funcionarios se llevaban hasta al perico.
Así que en lo sucesivo la burocracia federal de medio pelo, como igual la de base, tendrá que modificar su estatus para sufragar el gasto familiar o propio con tan sólo el salario asignado y, hasta con eso, bajo la advertencia que deben modificar su actuación para brindar un servicio público expedito, digno, respetuoso y amable, so pena de hacerse acreedores a sanciones.
Hasta donde sé, la iniciativa de esa nueva ley que mañana se discutirá en las comisiones legislativas unidas de Hacienda y Presupuesto, y Cuenta Pública, podría ser rechazada, pero el mandatario ya advirtió que de ocurrir así podría redactar un memorándum (¿otro?) para que entre en vigor como acción ejecutiva.
¿Qué le parece?
O sea, de que va, no hay duda.
Empero él mismo ni sus panegiristas han explicado, atinadamente, por lo menos, hasta qué niveles la compensación sería aniquilada; quiénes son los servidores públicos que trabajarían de lunes a sábado; ni sobre el gasto que se ahorraría la Federación con esta nueva ley, pues hasta hoy, rebasa, tácitamente, el pago anual de emolumentos, los 1.3 billones de pesos.
Obviamente, el mayor porcentaje, se ejerce en salarios de los sectores salud y educativo –aunque no hay médicos ni mentores suficientes, para, al menos, cubrir la demanda básica poblacional–, seguidos por los burócratas adscritos a las instituciones centralizadas, secretarías de Estado y órganos descentralizados.
Esto, desde luego, motiva inquietud entre los empleados. Pero aquí en Tamaulipas, aunque hay pocos servidores públicos federales, la burocracia  intranquila apelaría al cobijo del régimen estatal para proteger su derecho a oponerse legalmente al mandato federal.
Ya ve Usted que al iniciar el régimen el tabasqueño dispuso el cese de cuando menos 200 mil burócratas contratados por honorarios, al considerar innecesario su quehacer administrativo.
Más los ‘corridos ‘que se han ido acumulando en los cerca de 150 días de su gestión.
Lo bueno y malo
En su interés de combatir la corrupción, hace bien López Obrador en pedir, al Poder Legislativo, que saque avante la Ley de Austeridad Republicana.
Y seguramente tras aprobarse será avalada por los congresos locales. Al menos los 19 afines a su proyecto transformatorio.
Pero con reservas, pues golpear a la burocracia, obligándola a trabajar hasta en sábado, días festivos y con menores percepciones resulta todo un atentado al derecho laboral.
Sobre todo, cuando en lugar de ofrecerle un crecimiento económico, la quiere someter a una situación económica peor.
Pero en cambio su iniciativa ofrece acabar con las prebendas de todos y cada uno de los ex funcionarios federales que gozan de protección oficial y abolir la prepotencia, amiguismo, compadrazgo y nepotismo, prohibiendo utilizar sus atribuciones o facultades para que designen o intervengan en la contratación de consanguíneos hasta en cuarto nivel de afinidad.
Dicha iniciativa, además determina un claro tope a la impunidad de los poderes Legislativo y Judicial –incluidos el Instituto Nacional Electoral (INE) y la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH)–, exhibiendo ganas por parte de López Obrador de convertirse en caudillo.
Más que en un estadista.
Y eso claramente, nos hace dudar de su proyecto.
En fin, hay qué ver cuanto decida la cámara baja respecto a esa nueva Ley de Austeridad Republicana.
Apoyo estéril
Dicen (por ahí), que Yeidckol Polevnsky Gurwitz –la lideresa de Movimiento Regeneración Nacional (Morena), cuyo nombre realmente es Citlalli Ibáñez Camacho–, por primera vez estará en Tamaulipas a mediados de mayo, en apoyo a los candidatos a diputados locales.
Ignoro si antes visitó el terruño. Pero su presencia en esta contienda le significaría prácticamente ‘nada’ a los candidatos a diputados locales, pues sé bien que a nadie conoce (ni ellos la conocen), por lo que me parce inútil, desde luego, su aparición.
Los candidatos de Morena, sin ella, avanzan, pese a los obstáculos en todo sentido (económico, moral e institucional), así que con su presencia o, sin ella, los abanderados siguen haciendo talacha vendiendo caro la marca del membrete guinda.
Y que conste, bajo el rollo de ser la esperanza de México.
Como usted bien sabe, la dirigente nacional de Morena jamás se metió en la discusión, negociaciones o acuerdos para designar candidaturas, aún cuando se dice impulsora de la democracia, porque simple y llanamente no le interesó, dejando que sus huestes locales (en libre arbitrio) impusieran a los 22 abanderados uninominales y 14 plurinominales como mejor les dio la gana.
Y esto, precisamente, es lo que podría abonar a la derrota.
Así que no debe extrañarle a Yeidckol hallar destrozos partidistas en la visita programada, si acaso ésta se cumple; ni que la furia ‘monrealista’, vía Alejandro Rojas Díaz Durán, reclame su dimisión por fallar como dirigente.
Fuerte y quedito el senador suplente ha demandado su renuncia, pues supone que Polevnsky acata directrices del innombrable (Carlos Salinas de Gortari), para perjudicar al tabasqueño.
Lo cierto es que los candidatos de Morena con Citlalli, sin ella y pese a su actuación, andan animados en su desarrollo proselitista.
Campañas insulsas
Salvo el quehacer proselitista que desarrolla Arturo Soto Alemán –aquí, en su tierra natal , Ciudad Victoria–, en el resto de los distritos electorales hay todavía, pasividad.
Algunos candidatos aducen esperar ‘línea’, pero los más aducen estar impedidos económicamente y, los menos, esperan un veredicto ciudadano, conforme al comportamiento de los sondeos de opinión.
Allá en Reynosa, las cosas desfavorecen al membrete albiceleste.
Y, por cierto, hasta se dice que por instrucciones de la alcaldesa (Maki Esther Ortiz Domínguez), quien, al fracasar en su intentona de hacer candidatos a diputados a su ‘amiguita’ Lázara Nelly González Aguilar y a su hijo Víctor Carlos Peña Ortiz, decidió jugarle las contras al PAN en los cuatro distritos electorales, aunque, al menos dos de los candidatos, ya la procuran buscando su cobijo.
Pero ella no les cree y sigue apoyando a los ‘morenazos’.
En Nuevo Laredo el insuflado alcalde (Enrique Rivas Cuéllar) presume tener el control político-electoral.
Pero el corporativo Cantú Rosas avanza fuerte privilegiando esta vez a Morena (en los tres distritos), lo que lleva a suponer que la elección todavía no se ha definido.
Igual ocurre en Matamoros (cuatro distritos), donde la marca Morena ha sentado sus reales.
En el sur, los distritos de Tampico se prevén para Acción Nacional.
No así los de Miramar y Ciudad Madero, pues allá se percibe un fuerte apoyo municipal para los candidatos guindas.
Y acá en Ciudad Victoria –cabecera de lo distritos XIV y XV–, advierto en la otrora zona norte, una clara ventaja del abanderado priista, Alejandro Etienne Llano, mientras en la otra demarcación Arturo Soto Alemán camina fuerte y sin temor a equivocarme, es el candidato mejor posicionado. Tanto en la demarcación que le toca atender como en toda la geografía estatal.
Fuego amigo
Circulan en las redes sociales, cualquier cantidad de comentarios hostiles hacia determinados candidatos a diputados locales. Y por cierto, en contra de los más posicionados distritalmente, lo que me lleva a suponer que hay una estrategia (prefabricada) para que este proceso electoral cobre ‘tintes’ democráticos.
Cierto es que los morenazos, en lo individual, no crecen, apostándole al efecto lópezobradorista. Y quienes juegan por el tricolor, prácticamente, se sienten aniquilados.
Así que los ataques mediáticos, en contra los candidatos albicelestes, sobre todo, podría generarla su propia estructura inconforme por no haber sido incluida en las fórmulas, como claramente  se ve en casos específicos del territorio estatal.
Allá en los distritos fronterizos, que son los más participativos en toda contienda, hay grupos de interés que ‘chaquetean’ y operan para que este proceso lo gane Morena, pues suponen que los candidatos albicelestes, al no ser parte de su estructura, tampoco merecen su apoyo.
Acá en el corazón de la entidad se advierte el ‘fuego amigo’ en contra de Arturo Soto Alemán, porque éste es el candidato, de todos, que más se acerca a la gente de su distrito; dialoga, convive, comparte vivencias y, lo mejor, mantiene una sincronía.
Obviamente el quehacer político de Arturo disgusta a quienes, como él, se sumaron a un proyecto.
De ahí el golpeteo animado por parte de quienes codician el poder, por simple capricho, o en aras de anular a quien consideran competencia en su entramado sucesorio.
E-m@il
Caminante no hay camino
El proyecto corporativista de Andrés Manuel López Obrador contempla por lo menos la aniquilación de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), para crear un nuevo organismo manipulado por Napoleón Gómez Urrutia.
Incluso, al parecer ya negoció con Elba Esther Gordillo Morales, para que el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) regrese al redil oficioso.
Muestra de ello en la contrareforma educativa avalada por el Congreso que dispone la recuperación de atribuciones canallescas para mentores. Y, por cierto, infamemente la promoción de alumnos de nivel básico sin que éstos acrediten (merced al conocimiento) su derecho a cursar niveles de mayor envergadura.
Se hace camino a andar
El quehacer de Fernando Campos Martínez, al frente del Instituto Tamaulipeco de Capacitación para el Empleo (Itace), ha sido acertado. Y esto lo confirma la medición nacional más reciente, en cuanto a afectividad en los programas docentes, asistenciales y de promoción.
Hay, sin embargo, quienes dan en ‘golpear’ al través de testaferros al amigo, quien está aplicado en atender las directrices de su jefe inmediato (gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca), más que meterse en asuntos electorales por no ser de su incumbencia.
Cicuta
No hay, en Tamaulipas, certidumbre electoral.
Se han ido los personajes que (supuestamente) representaban todo marco legal.
Y los supletorios, por cierto, tampoco son garantía de nada.