Presencia / Ana Luisa García G.
           < Finaliza lealtad del voto verde al PRI
           < La CNC vive sus peores tiempos
           < Campesinos seguirán pasos de la CTM
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           1.- El voto verde (llamado así por provenir del medio rural) es más fuerte de lo que se percibe, en 2018 entregó a las tres alianzas que postularon candidato a la Presidencia alrededor de 17 millones de sufragios en conjunto, tan sólo López Obrador se benefició con poco más de 9 millones de boletas cruzadas a su favor de ese sector, para ser precisos de los 30 millones de votos que recibió el hoy titular del Poder Ejecutivo Nacional, el 29 % emanó de las urnas instaladas en el campo mexicano.
           Traemos el tema a colación porque la lealtad del sector campesino ya no está absolutamente con el PRI, pese a los esfuerzos que los líderes de la CNC (Confederación Nacional Campesina) y sus filiales en los estados se comprometen.
           Hace un par de días el nuevo dirigente de la Liga de Comunidades Agrarias y Sindicatos Campesinos de Tamaulipas, Raúl García Vallejo aseguró lealtad de esa organización al Partido Tricolor, pero no vemos como podrá hacer cumplir su ofrecimiento. Efectivamente Tamaulipas hasta antes del 2016 había sido monopartidista, mientras que en otros puntos de la geografía nacional ya había inclinación por el partido Acción Nacional.
           A partir del año 2000 el voto verde prefirió apoyar al PAN, lo hizo con Fox, luego con Calderón y en 2018 le entregó a Ricardo Anaya 6 millones 523 mil votos en números redondos, lo cual representó el 50 % de los sufragios a favor del candidato presidencial azul, el otro 50 % provino de las zonas urbanas. Si comparamos la distancia con respecto a los 9 millones aportados a AMLO, veremos que no hay mucha distancia.
           2.- En cambio José Antonio Meade que logró 9 millones 900 votos, únicamente recibió el 16.4 % (un millón 523) de sufragios verdes. ¿Dónde quedó la lealtad de los habitantes de campo al PRI?
           La voluntad ciudadana sea del campo o de la ciudad ya no puede ser manipulada, conducida, asesorada por las organizaciones y sus dirigentes, a los que no podemos llamar líderes.
           El voto verde se caracteriza por su disciplina, está acostumbrado a sufragar y en las investigaciones académicas y de centros dedicados a la mercadotécnica política como Integralia, registran que hay mayor participación en el medio rural que en los centros urbanos. Cuando en el medio rural asiste poco más del 60 % a votar, en las ciudades acuden el 45 %, En los años 60´s la relación era de un 71 o 72 % del voto verde por un 50 o 54 % del citadino.
           Un dato interesantes es que en los comicios de 2006 y 2012 el medio rural no favoreció a López Obrador, en cambio ya señalamos líneas arriba, casi la tercera parte de los votos que lo llevaron al poder fueron del campo.
            PAN Y MORENA SE DISPUTAN VOTO DEL CAMPO.- Otro dato interesante es que en el caso de los comicios presidenciales la influencia del voto verde llega principalmente por la televisión y la radio, cosa que no ocurre cuando se trata de elegir gobernador, o procesos municipales o de diputados locales como el que está en juego en 2019, donde tienen muy claro que votar por el PAN es votar por el mandato del Gobernador y que votar por Morena es hacerlo por el partido del Presidente.
           En esas circunstancias Raúl García Vallejo no tiene mucho que ofrecer con un partido en la orfandad de poder; lo único que puede es vender promesas a largo plazo, en el caso de un eventual retorno, porque no tiene gobiernos municipales (sólo 6 de los más pequeños), ni estatal, ni Presidente de la República para atender sus demandas.
           Al campesino le urge que en este momento le den respuesta a sus necesidades, en esa tesitura estarán abiertos a pactar con quien le lleve una oferta, un entendimiento que siembre tuvo con el Tricolor. Un gobernador en algún momento nos compartió, “los hombres del campo te dicen por lo claro, ¿qué me vas a dar?, obviamente se refiere a apoyos para llevar mejor su vida y la de los suyos, hacer más productiva la labor en la tierra, así de fácil es de pactar con ellosâ€.
           En ese marco de circunstancias sólo los partidos emanados del PAN (en lo local, Estado y ayuntamientos) y Morena en lo Federal tienen con que pactar un mutuo apoyo.
           3.- El movimiento campesino organizado bajo la tutela del Presidente Lázaro Cárdenas en 1938 llegó a su fin, desgastado con los años y bajo la tutela Tricolor hoy también se hunde en la debacle priista. Las filiales de la CNC en las entidades federativas podrán sobrevivir en la medida que el Revolucionario Institucional se mantenga en el poder en los 12 estados que aun gobierna.
           La Liga de Comunidades Agrarias y Sindicatos Campesinos de la entidad tamaulipeca difícilmente subsistirá como ente político sin un gobierno priista que le de sustento, de tal manera que quizá no le quede otra que seguir los pasos de la CTM que renunció al PRI, y en lo municipal ha pactado con corrientes políticas del PAN.
           CNC y CTM tienen que transformarse dentro de un nuevo sistema político, con ejercicio libre en el que habrá alternancias en los estado de la República y seguramente también en el gobierno federal. En esa pluralidad tendrán que tejer acuerdos si quieren perdurar, porque tal como están ya no son útiles a los campesinos ni a los obreros, tampoco al PRI y pueden ser bastión electoral en la medida que logren acuerdos que beneficie a sus respectivas bases.
           En pocas palabras el sector campesino debe escribir la misma historia que se inició en 1938 pero con diferentes actores, diferentes siglas y con visión plural, es decir sin exclusividad con un partido.
           Son los nuevos tiempos.