Golpe a golpe / Juan Sánchez-Mendoza
Sea cual fuere el resultado electoral que alcance Movimiento Regeneración Nacional (Morena) en los comicios del dos de junio próximo, se presagia un escándalo más sonoro entre Yeidckol Polevnsky Gurwitz y Alejandro Rojas Díaz Durán, aunque hay quienes aseguran que aquí también juega Ricardo Monreal ívila.
Esto al disputarse la dirigencia partidista a renovarse en noviembre del año que cursamos, aunque a esa contienda se sumaría Bertha Elena Luján Uranga –madre de la actual secretaria del Trabajo y Previsión Social, Luisa María Alcalde Luján–, si acaso lo dispusiera Andrés Manuel López Obrador para tratar de meter en cintura a los rijosos.
No obstante, su inclusión se leería como una salida autoritaria, pues el mentado ‘Peje’ tiene amistad con ella y su marido, Arturo Alcalde Justiniani, quien ha sido señalado de ser el artífice para destruir al anacrónico sistema sindical, en su objetivo de crear un nuevo corporativo que aglutine distintos gremios.
Sobre todo cuando la señora fue durante el régimen gubernamental de López Obrador, en el otrora Distrito Federal, la contralora; y en su campaña presidencial más reciente: coordinadora territorial para la circunscripción de Michoacán, Colima y el Estado de México.
Pero incluso actualmente funge como presidente del Consejo Nacional del membrete guinda.
¡Qué bonita familia!
Impacto estatal
Durante varios meses el activista Alejandro Rojas Díaz Durán ha visitado la entidad. En principio hizo un trabajo efectivo, despertando el ánimo popular en apoyo a la marca; recorrió los 43 municipios del estado y cuando estuvo a punto de concretar acuerdos para formalizar un frente anti-albiceleste con miras a defender las causas lópezobradoristas (acá en Tamaulipas), Citlalli Ibáñez Camacho (ahora llamada Yeidckol), decidió enviar como delegado a uno de sus incondicionales, Marcos Carlos Cruz Martínez, quien apenas se había incorporado a Morena tras abjurar de su militancia perredista.
Obviamente, él acató la orden de desconocer cuanto acuerdo hubiera establecido el suplente de Monreal; y ejecutar la imposición de candidatos, uninominales y plurinominales.
Fue entonces que las cosas en Morena se empezaron a descomponer hasta el grado de registrarse desórdenes por la forma en que se decidieron las candidaturas. A tal grado que en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación aún se ventilan impugnaciones.
Antes, Matamoros y Reynosa registraron una serie de huelgas ilegales promovidas por la abogada Susana Prieto Terrazas –paisana y amiga de la familia Alcalde Luján–, que originaron pérdidas millonarias a las empresas y, lo peor, provocaron el cierre de varias maquiladoras, simple y llanamente por su intento de acabar con los sindicatos en la frontera, haciéndolo fuerte daño a la economía estatal.
Y aunque Arturo Alcalde ha querido lavarse las manos, quedan dudas.
Sobre todo porque durante su carrera se ha visto envuelto en acciones desestabilizadoras para las empresas, pues lo mismo genera conflictos con paros en gremios de la aviación como en los de minería; el Seguro Social y bancos o instituciones de educación superior.
Y ahora con su hija al frente de la STyPS, tendría patente de Corzo.
Sucesión adelantada
Bajo el supuesto de que Polevnsky Gurwitz sea confirmada, como dirigente de Morena –los estatutos lo autorizan–, en la tempranera carrera sucesoria tendría mano el senador Américo Villarreal Anaya siempre y cuando ella no lo traicionara (¡Uf!), pues visto está que los otros prospectos no tienen nada qué ver con la mexiquense, quien hoy se siente ama y señora del membrete.
¡Ah! pero ante los resultados electorales próximos y si acaso Alejandro Rojas Díaz Durán lograra la dirigencia, el candidato sería Rodolfo González Valderrama, quien está identificado con López Obrador, desde que ambos coincidieron en la Universidad; y por supuesto, con el senador zacatecano.
En otro escenario surge Héctor Martín Garza González –Oficial Mayor de la Secretaría de Educación Pública (SEP)–, quien asoma como político institucional, siendo uno de los hombres de mayor confianza del presidente por haber sido el fundador de Morena en Tamaulipas.
Y hasta eso, operador eficiente en las negociaciones con maestros.
Del tal José Ramón Gómez Leal, nadie apuesta a favor suyo, como al menos, tampoco, de los alcaldes de Matamoros y Ciudad Madero –Mario Alberto López Hernández y Adrián Oseguera Kernion–, por lo que deben, ambos, circunscribirse a su responsabilidad antes de sudar calenturas que no les corresponden.
Ahora, si fuera impuesta Bertha Elena en la dirigencia, sólo atendería instrucciones del alto mando presidencial, para dejar correr en el hándicap a Villarreal Anaya, González Valderrama y Garza González, por ser un trío fiel al mandatario nacional.
Campañas
No pierden el piso ni aflojan el paso, los candidatos Arturo Soto Alemán en el distrito XVI, ni Alejandro Etienne Llano en el XIV, aunque sus pares, con campañas al través de redes sociales, quieren competir con ellos, pero sin sudar la gota gorda que causan los recorridos territoriales.
No sé cuántos más hagan lo mismo porque simple y llanamente no me han corrido invitación para certificar, pero, cuando ocasionalmente entró al Facebook, aprecio un pobre proselitismo.
Acá en Ciudad Victoria y en el resto de los municipios (organizados en distritos electorales).
Por tanto, deduzco, habría sorpresas el 2 de junio próximo.
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