Desde Esta Esquina.
Meliton Guevara Castillo.
08.02.2020.
Buscando Valientes.
Quienes estamos inmersos en la política, sea como protagonista activo, observador o analista de la misma, bien que sabemos que el próximo año habrá elecciones locales y federales; para elegir a diputados locales, federales y a los Presidentes de los 43 municipios. Y en esa coyuntura el contexto de los partidos políticos es deplorable. Todo hace indicar que no habrá competencia… el PAN, hasta el momento, no tiene adversario enfrente.
La realidad es clara, contundente, que se antoja imposible que cambie de la noche a la mañana. El PAN es el partido en el poder; en tanto que MORENA, que tiene el poder nacional, a nivel local tiene lideres formales, pero de tan bajo perfil, que da la impresión de que el partido no existe en la entidad; y el PRI, con todo y que ya tiene nuevo líder estatal hace un esfuerzo por resurgir entre las cenizas.
Como diría un buen amigo, me enternece ver y escuchar a un Edgar Melhem que, como dirigente estatal priista, muestra un optimismo que, hasta el momento, no tiene sustento en la realidad: se ha propuesto levantar, dicen muchos, a un muerto, a un cadáver, ya no sacarlo de la barranca, pero si del ataúd. Parece tarea imposible.
DEMOCRACIA INTERNA, LA ESTRATEGIA.
En más de 80 años de vida el PRI pregono una democracia que solo existía en las palabras, que abonaba a una demagogia política, pero que nunca se dio en la práctica. Es cierto, como olvidarlo, que algunos líderes lo intentaron, y unos murieron en el intento. Como sucedió con Carlos A. Madrazo, que murió en un avionazo. Carlos Sansores Pérez, pregono, impulso, la democracia transparente.
Fidel Velásquez más de una ocasión se burló de la lucha de Sansores Pérez, diciendo que era tan transparente, pero tan transparente, que no se veía. Así, en aquella época el líder obrero se burlaba de su líder nacional, como diciendo, es más de lo mismo. Y es que, en la práctica, si un obrero, un campesino, si un profesionista, nunca ha practicado la democracia, pues como pedirle que, de la noche a la mañana, se convierta en un adalid de la práctica democrática.
En aquella época Cesar Augusto Sánchez García, compañero de la Preparatoria Nocturna, le toco practicar esa democracia transparente en algunos ejidos. Recuerdo que lo acompañe a varios de ellos; les explicaba, los convencía y elegían a su representante para la asamblea municipal donde se votaría por el candidato a la Presidencia Municipal: antes de retirarnos, el elegido, decía: “jefe, por quien hay que votarâ€â€¦ estaban acostumbrados a la línea.
BUSCANDO VALIENTES.
Hay una verdad de a kilo entre los priistas: no saben jugar a la democracia, por eso siempre buscaron, y siguen buscando, las candidaturas de unidad; que, en otros tiempos, se lograban con negociaciones, extorsiones, chantajes o simples amenazas. Hoy, la diferencia, es que esas herramientas no funcionan, precisamente, porque no son necesarias: lo que el PRI necesita es que
alguien se anime, se atreva pues, a luchar y a representar a su partido…casi con la certeza de lo difícil que será ganar una elección.
Afirma Melhem: “Decían que nadie le quería entrar y la verdad hay muy buen ánimo y mucho interés en participar. La instrucción que hemos dado es que esto los van a decidir ellos –militantes- en cada uno de los municipios y creo que van a lograrse buenos consensosâ€. La meta es que, en los próximos 30 días, se renueven 30 de los 43 comités municipales y así, como quien dice, dar los primeros pasos para estar listos para la elección del próximo año.
Melhem, afirma, que en cada municipios hasta 3 han levantado la mano para participar. Y, si bien dice que ellos van a decidir, les recomienda: que se pongan de acuerdo, que hagan una planilla de unidad –el viejo estilo priista- y que en caso de que no suceda así, la elección se decidirá por votación de los consejeros políticos. Más claro, o transparente, que la democracia de Carlos Sansores Pérez.
En la práctica, no me cabe la menor duda, Melhem está buscando a priistas valientes: que le entren a la lucha, a la guerra política, sabiendo que sus recursos de lucha son mínimos y que enfrente tendrán a todo un ejército, bien armado, del partido en el poder.