Interiores| Carlos López Arriaga
Cd. Victoria.-Â Pinta difícil el segundo semestre del 2020 para el divo republicano DONALD TRUMP. Un repertorio amplio de problemas en diversos flancos pero con el mismo origen: su brutal soberbia.
La realidad lo increpa en frentes simultáneos, respuesta puntual a su colección de equívocos: ceguera política, irascibilidad, prepotencia, intransigencia a la crítica.
Y tendencias criminales, como lo demostró la semana pasada (una vez más) al retuitear un polémico mensaje donde propaga la frase de que “el demócrata bueno es el demócrata muertoâ€.
De golpe, el destino parece ubicarlo ante un panorama agreste y con demasiadas trincheras abiertas, todas desafiantes.
(1) PLAGA TENAZ
En principio, esa cifra récord de letalidad por COVID19 alcanzada en Estados Unidos (1,8 millones de casos, 105 mil muertos) que la opinión pública norteamericana identifica con una pésima gestión gubernamental de la pandemia.
Plantado en una suerte de egoísmo genocida, TRUMP desdeñó y minimizó el problema desde los primeros días. Después pospuso hasta donde pudo la adopción de medidas precautorias.
Y solo reaccionó tardíamente, de manera cansina, lerda, a regañadientes, cuando el contagio se catapultaba para configurar la actual tragedia.
Ello, amén de su ignorancia y la animadversión a la ciencia que demuestra cuando recomienda ingerir o inyectarse desinfectante (LYSOL), de viva voz y en red nacional, provocando la hospitalización y muerte de seguidores ingenuos.
Los contrastes sociales afloran durante una calamidad infecciosa que demuestra afectar mayormente a la población hispana y afroamericana.
Los índices de contagio, hospitalización y defunción golpean con mayor severidad entre minorías, negros y latinos, pero también asiáticos. Igual pasa en el plano económico, con la pérdida de empleo, de ingresos, la pobreza.
Es significativamente menor la afectación entre blancos. Bajo el mismo techo estadounidense, el demonio del coronavirus se sufre distinto, según el grupo étnico de referencia.
(2) VIOLENCIA RACIAL
En este contexto ocurre el asesinato de un ciudadano afroamericano de nombre GEORGE FLOYD, en Minnesota, arrestado por una falta menor, acaso improbable (pagar con un billete falso de 50 dólares) y asfixiado arteramente por la policía, cuando ya lo habían sometido.
Mal y de malas para los patrulleros, una mujer graba la escena con su teléfono celular y sube a las redes los 9 minutos de sadismo, agonía incluida.
Difícil saber qué hubiera pasado sin dicho video. La muerte de FLOYD habría quedado registrada como simple estadística, un número más, sin mayores consecuencias.
Al tornarse viral, su impacto se extiende de inmediato por toda Norteamérica. Cunden protestas, disturbios violentos, choques callejeros con la policía, incendio de vehículos, vandalización de comercios y oficinas públicas.
Las redes arden en reclamos. Es tema de todos los noticieros cuyos ilustradores marcan el mapa de ese país con señales que indican los focos de inconformidad y sus calles en pie de guerra.
El homicidio se verá magnificado por la ola de xenofobia y racismo que le antecede y parece haber repuntado tras la llegada de TRUMP.
Y también por la inequitativa letalidad étnica del COVID19 y la crisis que hoy golpea al bolsillo del norteamericano con menores recursos.
(3) PEDOFILIA ORGANIZADA
Para colmo, la empresa NETFLIX estrenó el 27 de mayo pasado la miniserie documental “JEFFREY EPSTEIN: asquerosamente rico†(“Filthy Richâ€).
Investigación periodística sobre un delincuente de altos vuelos que entre los años ochenta y la primera década de este siglo, levantó un poderoso imperio de prostitución infantil para un selecto club de clientes ricos y poderosos.
Billonario de intensa vida social, las revistas de corazón abundan en fotografías del glamoroso EPSTEIN con su novia y cómplice GHISLAINE MAXWELL.
Aparece, por ejemplo, junto al príncipe ANDRí‰S, duque de York, tercer hijo de la monarca británica ISABEL II.
Pero también con estrellas del showbiz, la cantante COURTNEY LOVE, los actores ALEC BALDWIN, CHRIS TUCKER y KEVIN SPACEY.
Y políticos de primerísimo nivel, como WILLIAM y HILLARY CLINTON, DONALD y MELANIA TRUMP. Aquí es donde el caso se pone interesante.
JEFFREY EPSTEIN, gozó por más de dos décadas de fama pública como financiero exitoso y muy influyente, admirado y envidiado por la élite global.
Su verdadero rostro de pederasta serial empezaría a conocerse a partir de 2005, en sucesivos procesos judiciales por cargos como tráfico de menores y prostitución infantil, los cuales terminarían por desenmascararlo en su arresto definitivo, el 6 de julio de 2019.
Dato escalofriante, apenas un mes después, el 11 de agosto, fue encontrado muerto por ahorcamiento en su celda del Centro Correccional Metropolitano de Manhattan, Nueva York.
La explicación oficial de un probable suicidio, de inmediato fue puesta en duda por la prensa. La opinión dominante es que fue acallado por manos invisibles.
No era para menos. Las imágenes de cercanía y afecto con JEFFREY le pesan bastante a DONALD TRUMP en su precampaña tras la reelección.
Amistad larga entre ambos, data de los ochentas. El empresario en ascenso decía haberse inspirado en TRUMP por su manera de tratar a las mujeres.
En fechas recientes, la prensa norteamericana se ha encargado de recordarnos las declaraciones hechas por DONALD en 2002, cuando EPSTEIN era todavía un ícono fascinante de la buena vida norteamericana:
“Un tipo excelente. Es muy divertido estar con él. Incluso se dice que le gustan las mujeres hermosas tanto como a mí, y muchas de ellas son del lado joven.â€
Esto y más cuenta la referida serie documental de NETFLIX que con apenas unos días de difusión, ya sacude conciencias dentro y fuera de Estados Unidos.
Por supuesto, el “timing†de dicho estreno (¡en pleno año electoral!) no puede ser ingenuo ni casual. Su sentido de la oportunidad resulta innegable, su actualidad expone y alerta.
(4) Y FANTASMAS…
Para agravar la situación, en estos días del lanzamiento televisivo, hace su reaparición el legendario grupo de hackers identificado como “ANONYMOUSâ€, con información extra sobre el espinoso tema.
Una especie de adendo al trabajo de NETFLIX, que incluye mensaje en video y un documento de 91 páginas titulado “El pequeño libro negro de JEFFREY EPSTEINâ€.
No se tientan el corazón, balconean a medio mundo, entre amigos, clientes y cómplices del selecto club pedófilo, agregando nombres como MICK JAGGER, NAOMI CAMBELL, el desaparecido senador EDWARD KENNEDY, IVANKA e IVANA TRUMP, entre otros.
Y de paso le mandan un mensaje por demás explícito a DONALD:
“Hiciste matar a JEFFREY EPSTEIN para encubrir tus historias de tráfico y violación de niñosâ€, le dicen, involucrando así al presidente de Estados Unidos con la trama de explotación sexual.
Sugiriendo además que la muerte de MICHAEL JACKSON habría sido igualmente deliberada para encubrir a la red de pederastas.
Francamente, no sabemos qué proporción de todo esto sea verdad. Resulta difícil encontrar la línea punteada entre la revelación rigurosa y eso que llamamos fake-news.
En calidad de mientras, el escándalo está garantizado. Hay ruido para rato en Estados Unidos, cuando (por añadidura) viene en camino la contienda presidencial.
Hoy que la cuarentena y el encerramiento otorgan tiempo de sobra para leer y contrastar, oportunidad de enterarse al detalle, intercambiar toda suerte de impresiones, opinar…
Y (sobre todo) hay espacio y ocio en abundancia para otorgar a todo ello un franco y decidido uso político, acorralar al presidente y ponerlo contra la pared, en este 2020 cargado de pesadillas múltiples en todo el mundo.