La temporada 2020 de Fórmula 1 comenzará el próximo fin de semana en Austria después de que la pandemia COVID-19 obligó a que las 10 primeras carreras fueran suspendidas o canceladas.
El inicio de la campaña de este año estaba previsto para el 15 de marzo en Australia, pero se suspendió unas horas antes del arranque de la primera práctica después de que un integrante del equipo McLaren dio positivo en una prueba de COVID-19.
Para el regreso del Gran Circo a las pistas se han planeado una serie de protocolos y procedimientos para crear una “biósfera†y proteger a todo el personal en el paddock. Dentro de las medidas de seguridad se encuentran pruebas regulares por coronavirus y un número limitado de personas en las instalaciones.
A su vez, los equipos están implementando sus propios sistemas de protección, como evitar que los mecánicos que trabajan en un auto se mezclen con el otro lado del garaje en la medida de lo posible.
El jefe de Renault, Cyril Abiteboul dijo que todavía, a unos días del arranque de la primera fecha, existe un “diálogo fluido» con la FIA para esclarecer la implementación de los nuevos protocolos, pero que internamente saben de la responsabilidad de manejar adecuadamente los subgrupos de trabajo para reducir el riesgo de un positivo.
“Se trata de encontrar un equilibrio entre el riesgo y la practicidad de la situación, pero eso es difícil de encontrarâ€, dijo el responsable del proyecto de F1 de la casa francesa en una conferencia de prensa con medios seleccionados donde Motorsport.com estuvo presente.
“El mayor desafío será la implementación del protocolo. Hemos formado un grupo y un subgrupo de trabajo. Si tenemos un caso positivo quedará limitado únicamente al subgrupoâ€.