Cuando se cumplen 10 años de la masacre de San Fernando, los migrantes varados en la ciudad de Matamoros recuerdan con pavor esta tragedia en la que fueron asesinadas 72 personas de diversos países. Y en el campamento donde pernoctan desde hace meses esperando ser llamados por Estados Unidos, temen ser víctimas de una agresión.
Hace justo una década ocurrió uno de los sucesos más escabrosos de la historia migratoria en México con el asesinato de 58 hombres y 14 mujeres de diversas nacionalidades en el municipio de San Fernando, en el nororiental estado de Tamaulipas.