Por: Redacción
Xico y sus esbirros son vulgares sanguijuelas depredadoras del corazón del erario público, camuflados en su condición de ciudadanos pese a que son funcionarios; acompañados de algunos internautas cuya misión es tratar de levantar, así sea nada, la muy maltrecha imagen de un personaje frívolo, corrupto y mitómano, es decir: el sujeto en mención.
Pero en todo caso, más allá de las loas y vivas mediáticas de quienes funcionan en calidad de robots en las redes y que solo sirven para exacerbar los ánimos de la gran mayoría de victoreases, está la contundente REALIDAD.