DESDE ESTA ESQUINA.
MELITON GUEVARA CASTILLO.
17.09.2020.
Las fiestas patrias no fueron como siempre: se perdió la alegría de las multitudes y, algunos, festejaron en restaurantes y otros en casa. Lo que no vario, para nada, es que el evento a la gesta de independencia, se aprovechara para matizar el papel que cumple, que tiene como responsabilidad, un gobernante. Al menos así lo estableció el gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca.
Ante el monumento a los Héroes de la Independencia, el gobernador estableció que Tamaulipas dará una batalla sin armas, para demandar lo que le corresponde, lo expreso de la siguiente manera: “Significa la respuesta de un gobernador comprometido con las y los tamaulipecos, fui electo para servir a la gente de Tamaulipas, no para doblegarme ante un gobierno central que en ocasiones parece ajeno a las necesidades de la segunda entidad que más recursos aporta a la naciónâ€.
EL PASTEL DEL PRESUPUESTO.
Ya se dio a conocer el proyecto del presupuesto del gobierno federal para el 2021. Y una voz autorizada como la de Carlos Urzúa, que fue el anterior Secretario de Hacienda, lo califica como de “cuentas alegresâ€. Y lo que sucede es que, en la práctica, no es nada fácil hacer un presupuesto que depende, como en cualquier caso, de los ingresos… y más si, como premisa básica, apuntas que no quieres endeudarte. La cuestión es cómo se reparte el pastel.
Históricamente la Federación se queda con más del 80% del presupuesto; entre un 15-16% lo reciben los Estados y el resto va para los municipios. El dinero para Estados se cuantifica a partir de una fórmula que se establece en el Convenio de Coordinación Fiscal: que es, precisamente, el que pretenden modificar los gobernadores que se presentan, vaya pues, como rebeldes ante la federación.
¿COMO GASTAR EL PRESUPUESTO?
En eso consiste el gobierno: en la dirección que se da a las acciones de la administración pública. Si revisamos la petición que AMLO hace para la consulta para enjuiciar a los expresidentes, ahí encontramos la dirección que los gobiernos neoliberales le dieron al presupuesto público: favorecer a los más ricos, beneficiar a las grandes corporaciones y, como bien dice, saquear las arcas públicas. Por eso, en el presupuesto para el 2021 se observan tres grandes rubros beneficiados.
En términos globales el desarrollo social recibirá el 64.6% del presupuesto; el desarrollo económico el 26.3% y el gobierno únicamente el 9.1%. Visto de otra manera, se explica que en el ramo administrativo, la asignación va así: Educación el 27.02%, programas sociales el 15.02% y los servicios de salud el 27.02%. Hay, sin embargo, un detalle: en educación desaparecen muchos programas especiales y complementarios, lo que significa que hay, en la práctica, una reducción.
RECLAMOS ESTATALES.
Afirma el gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca, que la federación, es decir AMLO, parece ajena a las necesidades de la entidad; lo mismo dicen, vaya pues, Enrique Alfaro de Jalisco, que presume que en agosto su entidad genero e 38% de los empleos nacionales. Tamaulipas, por su parte, reclama ser la segunda entidad (después del Estado de México) que más aporta en impuestos a la federación. Por eso, reclaman más y más recursos económicos.
Los gobernadores de Nuevo León, Jalisco y Tamaulipas son los que más insisten en sus reclamos. Una y otra vez, exclaman, que harán una propuesta de adecuación fiscal para ser más beneficiados. Solo que van a contracorriente: hay plazos, por ejemplo, para el 31 de octubre tiene que ser aprobada la Ley de Ingresos y el presupuesto el 15 de noviembre: tienen que cabildear, al grito de ya, con los diputados… que son, vaya pues, mayoría y que, entiéndase, van a aprobar lo que AMLO les envié.