Al menos 30 personas han muerto en Filipinas y 14 continúan desaparecidas a raíz del paso de una fuerte tormenta tropical por el norte del archipiélago, informó este jueves la agencia para el control de catástrofes.
La tormenta tropical Kompasu, bautizada en Filipinas como Maring, cruzó la noche del lunes la punta septentrional de la isla de Luzón y se encuentra ya fuera del territorio filipino, al oeste de la provincia china de Hainan y en dirección al norte de Vietnam.
La región de Ilocos Sur es donde se ha registrado un mayor número de decesos (14), seguida por Benguet (9) y Palawan (4).
La mayoría de víctimas mortales perecieron al quedar atrapadas por corrimientos de tierra o arrastradas por las súbitas trombas de agua, recogió hoy el informe del Consejo Nacional para la Gestión y Reducción del Riesgo de Desastres.
Casi 200.000 personas han sido afectadas por el temporal, de las cuales cerca de 15.000 permanecen evacuadas de sus hogares, según las últimas cifras oficiales.
Unas 325 casas han resultado dañadas, mientras 212 tramos de carretera y 31 puentes han sufrido destrozos, con apagones y cortes de luz registrados en 110 poblaciones.
Las autoridades valoran los daños en infraestructuras y el sector primario en más de 1.150 millones de pesos filipinos (20 millones de dólares o 18 millones de euros).
Un promedio de 20 tifones azotan Filipinas cada año y el más destructivo fue el supertifón Haiyan -el mayor que ha tocado tierra conocido-, que en noviembre de 2013 golpeó las islas de Samar y Leyte, matando a unas 7.000 personas y dejando a 200.000 familias sin hogar.
Filipinas es uno de los países más vulnerables al cambio climático debido a los desastres naturales y, además, se asienta sobre el llamado «Anillo de Fuego del Pacífico», una zona que acumula alrededor del 90 % de la actividad sísmica y volcánica del planeta.