El número uno de Rusia, Daniil Medvedev, que clasificó a su equipo para la final de la Copa Davis, volvió a justificar su celebración sobre la pista tras ganar a Jan-Lennard Struff que propició el enfado del público.
Medvedev se señaló y dirigió un dedo al suelo para indicar que estaba ahí, presente en el torneo y que continuaba. Después, pidió calma a la grada con las manos. El público le abucheó.
«Después del partido, cuando celebro me gusta hacer algo divertido. En nuestro equipo lo gracioso es que cuando jugamos a las cartas alguien gana y se dice, calma, calma. Cuando Cristiano jugaba en el Real Madrid hacía esto, lo celebraba así muchas veces. Por eso decidí hacerlo. Sentí que era divertido, pero puede que fuera una mala decisión», explicó el moscovita.
«Está claro que es mejor cuando la gente te apoya, pero si no lo hacen tienes que ganar ante ellos y también contra el rival», agregó Medvedev.
El ruso aclaró que no era premeditado: «Es algo que no hago a propósito. Todo lo que hago, más en la cancha, son puras emociones. En la vida soy más tranquilo. En la pista hay mucha adrenalina. Odio perder. Hay menos tiempo para parar y pensar y voy con las emociones a tope. A veces no es bueno. Es mucha adrenalina y todo lo que hago, bueno o malo es real. A la gente debería gustarle».
«No provoco al público a propósito. Pero cuando juegas un partido estás solo y hay 20.000 personas que te ven. A veces en tu contra, a veces la mitad. Si lo hago no es para ponerles en contra. Es algo que siento en ese momento. Se ve en cualquier deporte», añadió Medvedev.
El número uno del conjunto ruso opinó que el hecho de no competir bajo el nombre de Rusia, sino como Federación Rusa de Tenis, no le influye en la pista.
«Es mi opinión personal. Cuando estoy en la cancha sé qué país estoy representando y cual es mi himno nacional. No es agradable no ver tu bandera en la final, escuchar tu himno. Cosas que siempre soñaste ver. Pero es la misma competición, la Copa Davis. Juego para el mismo país. Realmente no afecta el rendimiento en la pista», aseguró.
Madrid se quedó sin un duelo entre Novak Djokovic y Medvedev, ya que Serbia fue eliminada por Croacia.
«Jugar contra Novak Djokovic es siempre especial pero por eso esta es una competición por equipos. Novak ganó su partido y no están en la final. Eso es lo que hace que la Copa Davis sea especial. Borna Gojo hizo un gran trabajo para llevar un punto a su equipo. En cuanto ganó se podía pensar que Serbia, aunque ganara Novak, no lo iba a tener fácil contra la mejor pareja del mundo. Y eso fue lo que pasó. Croacia se ganó su sitio en la final», subrayó.
«Nunca es fácil en Copa Davis. Puede parecer si se mira el marcador de los partidos individuales pero hasta el final no estaba cerrado. Vi el partido de Andrey Rublev por televisión y estaba confiado. Hasta el empate a cuatro Jan-Lennard Struff estuvo increíble pero me las arreglé para romperle en el noveno. Esa fue la clave», explicó Medvedev sobre el partido.
«No ha sido una temporada fácil. Algunos no han querido venir aquí y entiendo por qué e incluso les apoyo. No es fácil. La temporada es muy larga, viene el Abierto de Australia. Tenemos un equipo increíble y me gusta jugar por mi país y con nuestros seguidores aunque hay pocos por aquí», añadió el ruso.
«Hace dos años no estaba yo con el equipo y los chicos llegaron muy cerca, a punto de la final. Ganamos la Copa ATP. Estoy muy feliz de esta generación, jugamos las Copas Davis de juveniles juntos y hemos logrado estar en la final y queremos alzar el trofeo. Es importante para todos nosotros», concluyó Medvedev.