Expediente
Azahel Jaramillo H.
Ahora que el diputado Armando Zertuche Zuani recibió su segundo revés y fue destituido del cargo de coordinador de Morena en el Congreso de Tamaulipas, el diputado morenista José Braña Mojica intentó quedarse con este cargo. No pudo.
En contra de José Braña pesaron básicamente dos asuntos. Primero: Por andar de tracalero con tres mujeres periodistas y un contador público que trabajaron duro y tendido para hacerlo ganar en su campaña electoral. Mediante la intervención de la ex candidata a alcaldesa de Villa de Casas, Nora de los Reyes, Braña contrató a estas tres periodistas (Perla Anzúa, Mary Jaramillo y fotógrafa Jennifer) y al contador Lino Bonilla. “Les pago al final”, prometió Braña y es fecha no ha cumplido.
Segundo: No llegó por andar hablando mal, en forma enfermiza, del senador con licencia Américo Villarreal Anaya, fuerte prospecto a la Gubernatura, y –obvio—líder moral de Morena en las tierras del Nuevo Santander, hoy Tamaulipas. Y es que, dentro de cualquier partido político, una cosa es externar una crítica o dos sobre un jerarca y otra es estar dale que dale. ¿Con esos compas para que se quieren enemigos?
El lugar de Zertuche como coordinador de los morenistas en el Congreso ha llegado una mujer talentosa, luchona, y leal a Morena y a sus principios: la tampiqueña Úrsula Patricia Salazar Mojica. Bien haya. Úrsula, vale decir, es sobrina del Presidente Andrés Manuel López Obrador. Le va a tocar desde esa posición trabajar, jalar, echarle ganas, tiempo y talento al proyecto de Morena en Tamaulipas, proyecto que tiene nombre y apellido: Américo Villarreal. ¿Voy bien o me regreso?
Dos.- Les comparto lectores que esta semana me impactó bastante una columna periodística que se publica en muchos medios de Tamaulipas. La columna del reynosense, avecindado en Cd. Victoria, Alberto Guerra.
Escribió Don Alberto: “Nunca en su historia moderna, la capital del Estado, sede de los tres poderes, había estado tan descuidada, postrada, abandonada, caída, colapsada, en penumbras, con basura regada, calles pozudas, desabasto de agua”.
Y agrega: “No podía ser de otra manera con Cabeza de Vaca al frente del gobierno estatal, y con un Ayuntamiento que va a cumplir seis meses de haberse instalado pero cuyos integrantes no acaban de entender cabalmente sus obligaciones”.
Ilustra que Cd. Victoria padece una crisis de agua potable: “Esta es una crisis que puede desencadenar problemas sanitarios por la falta de aseo en las viviendas, pero nadie en el gobierno estatal, panista, ha planteado hasta ahora, una estrategia para enfrentar la contingencia”.
Y añade: “Ayer, colonos bloquearon un importante libramiento carretero para protestar contra la escasez de líquido, y de paso, exigieron descuentos en deudas acumulada con la COMAPA”.
Y es que efectivamente esta crisis por el grave desabasto de agua en Victoria ya comenzó a causar estragos en las calles, luego de que decenas de vecinos de varias colonias cerró hoy por varias horas la circulación vehicular del libramiento Nacional Unidas, para protestar porque llevan semanas sin el servicio y exigir descuento en adeudos, tarifas y compra de tinacos.
Gente—sobre todo madres de familia – de unas 12 colonias dijeron que de no solucionarse su situación en los próximos días va a ir a cerrar el Palacio Municipal y oficinas de la Comapa.
Demandaron que los atienda el gerente la COMAPA, ya que el alcalde Eduardo Gattás Báez no los recibe.
Más de cuatro dirigentes encabezaron la protesta y a media mañana bloquearon la circulación vehicular del libramiento Nacional Unidas, a la altura del tramo Emilio Portes Gil, al pie de la Sierra Madre , uno de los sectores más afectados por el desabasto.
¿Qué le sucede al alcalde Lalo Gattás? Vive en su mundo de caramelo, de gira en las fiestas de los 43 ejidos. Bien ocupado y preocupado por salir bien en las “redes sociales”, y no ocupado en las redes de abasto de agua.
Ahora que el alcalde Lalo Gattás ya anda muy amistoso con GobTam, pues mínimo que les baje apoyos, presupuesto, proyectos para Cd. Victoria. NOS VEMOS.
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??Azahel Jaramillo Hernandez