Esta mañana en la ciudad de Monterrey, Nuevo León, falleció a los 95 años de edad la luchadora social, pionera en la defensa por los los derechos humanos Rosario Ibarra de Piedra, madre de la presidenta de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), Rosario Piedra Ibarra, dio a conocer este organismo.
La defensora Ibarra de Piedra, quien nació el 24 de febrero de 1927 en Saltillo, Coahuila, fue fundadora del Comité Eureka, una de las primeras organizaciones de madres, padres y familiares de desaparecidos. Su lucha de cerca de 50 años empezó tras la desaparición forzada de su hijo Jesús Piedra Ibarra, miembro de la Liga Comunista “23 de septiembre”, quien en 1974 fue detenido de manera ilegal en Monterrey por agentes policiales que lo entregaron a instancias castrenses.
GALERÍA: Rosario Ibarra de Piedra, una mujer indoblegable que peleaba sin odio.
Debido a inalcanzable labor fue candidata al Premio Nobel de la Paz en los años 1986, 1987, 1989 y 2006.
“Mi vía crucis comenzó el 25 de noviembre de 1973, cuando Jesús tuvo que ir a la clandestinidad porque lo comenzaron a perseguir; hubo un tiempo en que no supe nada de él porque tenía que esconderse, hasta que lo encontraron, lo trajeron al Campo Militar Número Uno y borraron su pista”, compartió en 2008 a La Jornada.
Fue la primera mujer candidata a la Presidencia de la República en 1982, y de nueva cuenta en 1988. Respaldó las campañas presidenciales posteriores de Cuauhtémoc Cárdenas y del actual presidente Andrés Manuel López Obrador, y en 2006 fue electa como senadora.
El 23 de octubre de 2019 recibió la Medalla Belisario Domínguez del Senado de la República, máximo galardón que otorga, por su incansable labor, dedicada desde hace más de cuatro décadas a buscar a los desaparecidos políticos, tanto de la guerra sucia de los años setenta como de otras.
En ese momento a la sesión solemne en la antigua casona de Xicoténcatl, asistió el presidente López Obrador quien destacó que Ibarra de Piedra es “un símbolo de lucha por los desaparecidos, por los que fueron reprimidos en los tiempos del Estado autoritario”. Mujer “única, ejemplar, no sólo en México; es un ejemplo mundial de congruencia y lucha”.
La luchadora social también fue solidaria con la insurrección de los indígenas de Chiapas en 1994, con la lucha de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), con los comuneros de Atenco que fueron reprimidos en el sexenio de Vicente Fox y con otras causas sociales
En redes sociales ya se han expresado manifestaciones por el fallecimiento de Ibarra de Piedra, entre ellas la senadora Ifigenia Martínez quien expresó su tristeza por la muerte de su “entrañable amiga e incansable activista y luchadora social”. Fue “pionera en la defensa por los derechos humanos, la paz y la democracia en México”, señaló al tiempo que envió abrazos a sus hijas Rosario y Claudia, familiares y amigos.
El Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez también lamentó el fallecimiento. La lucha de Rosario Ibarra de Piedra “por la justicia y la verdad frente a los crímenes de la Guerra Sucia pervivirá. Nuestras condolencias a toda su familia y seres queridos, así como a compañeros y compañeras de lucha”.