Golpe a golpe
+ Hay visos de que se reproducirían vicios añejos para conculcar las leyes
+ Los programas sociales se mantendrán con, sin, y a pesar de la elección
+ Más que interesarse en Tamaulipas AMLO impulsa sucesión adelantada
Por Juan Sánchez-Mendoza
La comisión de delitos electorales sería una constante este día por parte de los partidos políticos, puesto que sus operadores desde hace semanas han desplegado sin recato alguno estrategias trazadas para la manipulación del voto.
Utilizo la palabra mapachería, que es reconocida por la Real Academia Española, en referencia a las fullerías electorales.
Y aquí enumero seis de las más recurrentes:
1) Recoger credenciales de elector, a cambio de estipendio;
2) Coaccionar, mediante presión o amenaza, a votar por un candidato;
3) Atemorizar con suspenderles el registro de programas sociales a los beneficiados, a fin de obtener su sufragio;
4) Transportar ciudadanos afines a un abanderado hasta las casillas;
5) Pagar con efectivo, despensas u otros artículos como tinacos, por el voto; y
6) Presionar a los electores, donde estén formados, para ‘orientarlos’ a favor de quién sufragar.
Son prácticas añejas, cierto, pero recurrentes todavía.
Y hoy, seguramente asomarán en las calles aledañas a las casillas y/o descaradamente frente a éstas, sin que los ‘arrieros’ sean sancionados por las autoridades.
Supuestamente la Guardia Nacional vigilará el orden electoral. Pero no tiene atribuciones para perseguir delitos de tal índole, al menos que brotara una denuncia directa para, entonces, remitir el caso a la fiscalía. Pero dudo mucho que alcance a cubrir las 4 mil 777 casillas a instalarse.
En fin, desde muy temprano se ofrecerán barbacoa, menudo, carnitas, gorditas, flautas, tamales… más un ‘apoyo’ y transporte a los votantes para que vayan a las urnas y hasta eso con lista en mano en el caso de colonos; y, por supuesto, del sector rural.
Respecto a la burocracia federal, estatal y municipal, ya se les obliga a enviar la evidencia de su voto mediante fotografías, so pena de cancelarles contratos laborales o retirarles la plaza.
¡Vaya, democracia participativa!
Promoción olvidada
En los casi nueve meses previos a este domingo, considerando el inicio del proceso, los partidos políticos jamás se preocuparon en alentar el voto.
Por eso mantengo firme mi sospecha de que el abstencionismo podría ganar, nuevamente, la partida.
Y es que esta promoción del voto debieron iniciarla desde el momento mismo de arrancado el actual proceso.
Esta asignatura también fue desatendida por el Instituto Electoral de Tamaulipas (IETAM), pese a ser el encargado de la organización comicial, siendo que hubo advertencias en tiempo sobre la apatía ciudadana.
Los partidos políticos hicieron mutis como forma de no ver exhibida su debilidad, en tanto que el árbitro se distrajo aplicando multas sin ton ni son ya en plena contienda, descuidando así su tarea principal.
Tan es así que durante los tres meses de campaña fue difícil observar la promoción del voto.
Vote sin miedo
Votar es un derecho constitucional. Pero también es una obligación. Y es la vía más adecuada para evitar que otros decidan (por usted) quién debe ser su próximo gobernador.
Por ello resulta imperioso acudir hoy a la casilla que le corresponde.
Y en la urna cruzar la boleta.
A favor de quien a usted mejor le plazca. Sin presiones. Sin que en su arresto influyan el marido o la esposa, según sea el caso. Ni, tampoco, sus compadres, amigos, hijos ni parentela.
Obviamente me refiero a los 2 millones 737 mil 311 ciudadanos de acá del terruño que aparecen en la Lista Nominal de Electores.
A los casados; a quienes viven en amasiato o separados y obviamente a los que todavía permanecen solteros.
Su inclinación sexual no importa.
Igual hago este llamado a los jóvenes en edad de votar, por ser, ellos, el presente de Tamaulipas. No el futuro, como la miseria política los tipifica en claro afán de dominarlos, controlar su ímpetu y someterlos para que no hagan ruido, según la ‘línea’ marcada por los partidos políticos con registro oficial.
Respecto a las mujeres (que igual son mayoría en la lista nominal), sé que éstas ya tienen y mantienen definido su voto.
Y en mayor porcentaje que los varones.
Lo sustento en los resultados de las tres contiendas anteriores (las del 2016, 2010 y 2004), cuando las féminas conformaron la participación más participativa de la sociedad.
Sin embargo, el espectro del abstencionismo amenaza (otra vez) con reproducir las estadísticas del 2016 (participó el 56.23% de la lista nominal); 2010 (44.2); y 2004 (51.88).
De ahí la importancia de su contribución, lector amigo, para que esta vez la democracia sí avance.
Lección esperada
Ahora bien, en el entendido de que nada está dado y que los electores siempre tendrán la última palabra, vale la pena insistir en que acudamos a las urnas (todos los ciudadanos) y demos una lección de poder cívico a través del voto.
La apatía y, en consecuencia, el abstencionismo, son fenómenos que frenan el desarrollo de la democracia, en tanto permiten la instauración de gobiernos cuestionados, abriendo así una serie de tentaciones y vicios que deben sepultarse.
El voto en manos conscientes significa un freno al autoritarismo y es un excelente instrumento de lucha para construir una vida mejor, en donde el pueblo mande y el mandatario obedezca la determinación popular.
Aquí radica la importancia de ejercer libremente el voto en beneficio del candidato de su preferencia.
Por lo mismo es conveniente fortalecer la cultura cívica, donde nadie quede sin emitir su voto para tener derecho de exigir el cumplimiento del proyecto por el que se opta.
No desestime que nuestra Carta Magna le garantiza a usted, como ciudadano, el derecho a participar (con su voto) en todos los procesos electorales.
Vote usted por quien quiera, pero hágalo, para que el ejercicio cuente con la real participación de la sociedad.
No sólo de los políticos.
De abstenerse podría convertirse en coautor de la ilegalidad y aceptar que el futuro gobernador sea electo por una minoría.
¡Ah!, y si alguien lo cuestiona por querer participar, pregunta a favor de quien cruzará la boleta o trata de inducir su voto, no haga caso.
Recuerde: el voto es libre, secreto, directo e intransferible.
Otra recomendación: si alguien le ofreciera dinero para ir a las casillas, agárrelo, pero en la urna cruce la boleta como se lo dicte su conciencia.
Correo: jusam_gg@hotmail.com
Caminante no hay camino
Sospecho que al mentado ‘Peje’ los (seis) procesos estatales para renovar gubernaturas son, simple y llanamente, escenarios para placear a quienes podrían relevarlo en la adelanta sucesión presidencial.
En Tamaulipas se han aparecido los secretarios de Gobernación Adán Augusto López Hernández; y de Relaciones Exteriores Marcelo Luis Ebrard Casaubón; y la jefa de gobierno de la Ciudad de México (Claudia Sheinbaum Pardo), cuando ninguno de ellos conoce al estado.
Incluso, me atrevo a decir que si los dejaran solos en el centro citadino se perderían; y nadie los reconocería.
¿Apostamos?
De cualquier forma, sin tener vela en el entierro, los tres han visitado al estado para apoyar una candidatura gubernamental, como igual lo hizo uno de los principales detractores del tabasqueño: Ricardo Monreal Ávila.
Entonces, ¿quién engaña a quién?
Se hace camino al andar
Si el resultado de los comicios resulta cerrado, el proceso será judicializado seguramente. Es decir, llevado primero al Tribunal Electoral de Tamaulipas (Trieltam) –a fin de que éste resuelva en consecuencia– y luego al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, en caso de que se impugnara la resolución del colegiado estatal.
De lo contrario, si resultase holgado en favor de uno de los candidatos, a los perdedores no les quedará más remedio que aceptarlo.
Dicho en otras palabras:
Impugnar el escrutinio, de registrarse una amplia diferencia, será tanto como no aceptar la democracia participativa.
Ya ve Usted que desde hace días se habla de un fraude, cuando sería prácticamente imposible realizarlo por el blindaje dispuesto por la autoridad electoral.
Cicuta
No hay nada, para nadie, todavía.
Y sería hasta entrada la noche cuando sea determinante la tendencia.
No antes.
Aun así, tras cerrarse las casillas habría pronunciamientos cantando la victoria.
¡Uf!