Por Clemente Castro González.
Lo menos que debe hacer el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) en Tamaulipas es marcar distancia con la obsoleta dirigencia anterior que lideró, de manera errática, ENRIQUE TORRES MENDOZA.
De hecho el profesor terminó siendo un fiel colaborador de la administración cabecista, la cual lo reclutó para su causa a través de la Secretaría General de Gobierno, cuando CÉSAR VERÁSTEGUI OSTOS, mandaba en la dependencia.
Sucede que la ambición e ignorancia llevaron a TORRES MENDOZA a convertirse en un “agente doble”, que se dedicó a servirse del dinero de las prerrogativas y de los cañonazos que recibía desde el gobierno estatal.
El que puso en su lugar al disque guía morenista, dada su calidad de dirigente y por la experiencia política y partidista que tenía, fue ANTONIO LEAL DORIA (Q.E.P.D.), desde su cargo de presidente del Consejo Estatal de Morena.
Por desgracia Toño falleció y ENRIQUE se dedicó hacer desfiguros. Los últimos, antes de que lo relevaran desde la dirigencia nacional, fue despotricar contra el Presidente, ANDRES MANUEL LÓPEZ OBRADOR; igual se le fue a la yugular al ahora ex delegado federal, JOSÉ RAMÓN GÓMEZ LEAL e incluso fue contrario a la candidatura de AMÉRICO VILLAREAL ANAYA, al grado de que el profesor pretendió ser abanderado de su partido.
Si bien TORRES MENDOZA es de los fundadores de Morena en el estado, no se le identificó en calidad de un dirigente activo y ejemplar; menos se le reconoce por estar al frente de luchas sociales.
Cabe apuntar que su presencia mediática fue marginal salvo cuando le ordenaban, desde el gobierno de la entidad, golpetear a personajes de su instituto político.
Hablamos de un dirigente malogrado que no estuvo a la altura de las circunstancias al dejarse seducir por la ambición y sus intereses personales.
Con el cambio de dirigencia en Morena se espera ver a un partido que hace suyas las causas de los segmentos populares al vincularse a movimientos que apuntan a la transformación para lograr mejores condiciones de vida de militantes, simpatizantes y de la sociedad en general, con énfasis en los más necesitados.
Si el partido que representa a la izquierda es de nuevo tipo, sus dirigentes tendrían que demostrarlo de manera cotidiana. Y es que desde finales de agosto se eligió a la directiva de Morena que lidera YURIRIA ITURBE VÁZQUEZ y todavía no se nota su presencia.
Es buen tiempo para que la lideresa de señales que tiene a un ente político en movimiento. Su deber es hacer efectivo que el partido sea un verdadero instrumento de lucha y organización al servicio de la gente.
Tendrá que establecer la diferencia no solo en relación a lo que hicieron mal sus antecesores sino con relación a los adversarios políticos.
A lo mejor si están aplicados los guías morenistas pero, de ser así, evidencian una comunicación política marginal, por decir lo menos.
Le falta a ITURBE VÁZQUEZ y sus compañeros de partido tengan presencia mediática constante ya que material hay de sobra.
Ahí esta lo de la Reforma Electoral; lo del Presupuesto que se destinará a Tamaulipas; la nueva relación del Gobierno estatal con federación; la irregularidades que privan en el poder judicial; los casos del Congreso local; la Fiscalía; la repartición ilegal de notarías o cualquier punto que aborde la problemática social (agua, servicios públicos y obras en municipios y estado) y hasta el plan de desarrollo de la actual administración estatal, que se confeccionó y enriquecerá con base a el análisis y propuestas de organizaciones diversas y ciudadanos.
Los dirigentes de Morena tampoco deben excluir de su agenda lo de la próxima contienda para elegir a un Senador de la República, más cuando la convocatoria se emitirá el 23 de noviembre y en tres meses se llevarán a cabo los comicios.
Ahora es cuando deben aprovechar que son gobierno para bajar a territorio y escuchar a los ciudadanos, a la vez que se convierten en sus interlocutores ante las dependencias que se requiera.
El partido tendría que ser un apoyo para el actual gobierno a condición de que la base y dirigencia estén activadas.
Los jerarcas morenistas están obligados a realizar una labor constante y no solo cuando hay elecciones.
Ya es hora de que les caiga el veinte de que el gobierno no sustituye al partido porque se trata de dos ámbitos que no son excluyentes, en tanto que funcionan con base a los mismos principios y programa de acción.
El PAN se mueve y eso que se han ganado a pulso la condición de perdedores, lo propio hace el PRI, desde el Congreso estatal o desde eventos partidistas. En ese sentido, se requiere que Morena de evidencias de que trae las pilas puestas.
No hay motivos que justifiquen la lentitud con que se mueven en territorio y tampoco su ausencia del plano mediático. Ni modo que carezcan de plan y de agenda.
Por lo pronto ya traen el tema de fraude que se presenta en la COMAPA de la zona conurbada y en donde estarían involucrados el Gerente del organismo, ALEJANDRO GUERRA TURRUBIATES, el ex gerente, JORGE FEDERICO RIVERA SCHOTTE y el Senador, ISMAEL GARCÍA CABEZA DE VACA.
AL CIERRE
En cuanto al relevo en la dirección, en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales (FDCSV) Victoria de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT), hay tres cosas que están por perfiladas: que el Doctor, ARMANDO VILLANUEVA MENDOZA no buscará la reelección; que habrá al menos dos contendientes y que las elecciones serán en 15 días, tentativamente el miércoles 23.
A la búsqueda del voto de maestros y alumnos van los catedráticos TAIDÉ GARZA GUERRA y EDY IZAGUIRRE TREVIÑO.