Golpe a golpe
Por Juan Sánchez Mendoza
El incremento presupuestal a Tamaulipas, es significativo. Pero insuficiente para ejecutar la infraestructura proyectada en varios rubros, ante la falta de apoyo federal que no supo (o no quiso) gestionar Erasmo Gonzéz Robledo, presidente de la Comisión (legislativa) de Presupuesto y Cuenta Pública de la Cámara de Diputados.
Ciertamente Tamaulipas recibirá para el ejercicio fiscal 2023 un monto de 67 mil millones de pesos (en participaciones, aportaciones y convenios), contemplado en el Presupuesto Federal de Egresos (PFE), advirtiéndose a primera vista un aumento del 10.1 por ciento (9 mil 031 millones de pesos), con relación al otorgado en 2022 (58 mil 592.2 millones).
Pero hay que considerar el índice inflacionario (que hoy alcanza el 8.9 %) y el crecimiento anual de la economía estatal del 3 por ciento, estimado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHyCP), para colegir que, dicha cifra, no alcanzaría para cumplir las expectativas trazadas.
Vamos, ni siquiera con los más de 3 mil millones de pesos que podría recaudar directamente el gobierno estatal por pago de derechos, servicios, productos y aprovechamientos, para disponer de más de $ 70 mil millones, el año entrante, pues el gasto corriente absorvería casi dos terceras partes del presupuesto (ya en conjunto) que está por aprobar el Congreso local.
Ahí, difícilmente se contemplarían seis obras importantes que le fueron planteadas (en tiempo y forma) al jefe del Ejecutivo federal (Andrés Manuel López Obrador), al secretario de Hacienda (Rogelio Ramírez de la O) como a González Ronledo, por requerirse recursos federales extraordinarios para llevarlas a cabo.
Estas son:
+Construcción de la segunda línea del acueducto ‘Guadalupe Victoria’ para solucionar el problema de la escasez de agua en en la zona centro de la entidad (principalmente en Ciudad Victoria), cuya inversión alcanzaría un mil 300 millones de pesos;
+La conservación integral de diques y esclusas del Sistema Lagunario del Río Tamesí (municipios de Altamira y Tampico);
+Conservación de la red carretera (federal y estatal);
+Reanudar la obra inconclusa del nuevo penal –sito en inmediaciones de Ciudad Victoria–, porque en el existente (Tamatán) hay internos que ahí permanecen procesados o condenados por delitos federales;
+La construcción de un acueducto entre el Río Pánuco (Veracruz) y la presa ‘Marte R. Gómez’ (Tamaulipas) también llamada ‘Azúcar’ (Camargo), pasando por el presa ‘Marte R. Gómez’; y
+La edificación de un puerto seco en Ciudad Victoria –una especie de garita para el tránsito pesado de la frontera al puerto de Altamira–, para así evitar más accidentes sobre las rúas que conectan a la frontera con la zona sur de Tamaulipas, dejando aquí una derrama económica sustantiva.
En fin, hay que esperar el dictamen del Congreso tamaulipeco sobre el presupuesto a ejercerse en 2023 y observarlo detenidamente para saber lo que sería tangible realizar en obras (por la administración del Doctor) y qué quedaría pendiente, merced a las malas acciones de Erasmo.
¡Ah!, por cierto el diputado quiere cobrar una factura por sus servicios, levantado la mano como aspirante al Senado de la República.
Leer para creer.
INE, muy castigado
El martes que nos antecede (día ocho de noviembre) en la Cámara baja se aprobó en lo general el PEF y el jueves diez, en lo particular, con 270 votos a favor y 219 en contra.
Se confirmó un recorte hasta por 6 mil 437.5 millones a los organismos y poderes autónomos, siendo el Instituto Nacional Electoral (INE) el que fue más perjudicado, pues le redujeron 4 mil 475.5 millones de pesos, para ser, éstos abonados, a los programas sociales del gobierno federal.
Al Poder Judicial, ‘le pasaron cuchillo’ por mil 425.1 millones de pesos, de los cuales un mil se destinarán para fortalecer a las policías municipales y estatales, para secundar la presencia de las fuerzas armadas en su tarea de seguridad pública, hasta el 2028.
En tanto, al Poder Legislativo le quitaron 466.6 millones.
Del monto total reducido a estos organismos, 6 mil 342 millones fueron aumentados a la Secretaría de Bienestar a cargo de Ariadna Montiel Reyes y, 45.7 millones, irán a la Secretaría de Gobernación –Adán Augusto López Hernández es su titular–, lo cual significa que, López Obrador, practica aún una política económica paternalista, por saber que con dádivas mantiene el control de las mayorías.
SNTE
El relevo del Secretario General de la Sección 30 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), acaricia ya su concretación.
Y, al parecer, la contienda finalmente se resolverá entre José Abelardo Ibarra Villanueva (el secretario de Finanzas) y Naif José Hamscho Ibarra (a la sazón secretario de Previsión Social), aunque no hay que descartar ¡una sorpresa!
Rigoberto Guevara Vázquez (el dirigente actual), no anima ni descarta a nadie (de la casi decena de aspirantes a relevarlo), atendiendo frente a la autoridad de la Secretaría de Educación, temas relacionados con los pagos a jubilados, maestros de secundarias técnicas y otros trabajadores que son también parte del sindicato.
En unos días más saldrá ‘humo blanco’, seguramente.
Correo: jusam_gg@hotmail.com