Dr. Jorge A Lera Mejía
México es uno de los países de América Latina con mayores índices de Desigualdad Económica y Precarización salarial.
El Reporte Mundial de la Desigualdad 2022 muestra que la desigualdad sigue siendo unos los principales flagelos en México, donde solo el 10% de la población acapara el 79% de la riqueza, mientras el 50% de los mexicanos con salarios mínimos, solo representa el 15% de los ingresos nacionales.
En los últimos cuatro años, los incrementos salariales arriba de la media nacional anual desde fines de los aumentos desde fines del siglo XX, han disminuido la brecha salarial tomando en cuenta el nivel de los salarios contractuales, el problema de la precarización salarial en nuestro país, no solo se presenta al analizar los niveles de Ingresos de los trabajadores que reciben el salario mínimo junto las prestaciones de ley (IMSS, Infonavit, aguinaldos y otras prestaciones). El núcleo del problema se ubica que por cada trabajador que tiene su ingreso del mínimo o arriba del mínimo, son los trabajadores que son empleados por el sector llamado de la «economía informal».
De acuerdo a datos del INEGI, por cada trabajador empleado en la economía formal (empleados con salarios mínimos y prestaciones de ley), se registran entre uno a dos trabajadores empleados en el sector informal.
En Tamaulipas, se reconoce que es una entidad dónde el nivel salarial y los empleos informales, se encuentran por encima de la media nacional. Por ello, también la economía Tamaulipeca, registra una menor Desigualdad Económica y Precarización salarial.
De acuerdo al trabajo de Fernandez, Noda e Hinojosa (Sociotam, 2018), «La Desigualdad por ingresos en el estado de Tamaulipas representada por un coeficiente de Gini de 0.422 (CG), se ha mantenido por debajo del promedio nacional con un CG de 0.449. Ocupando el lugar 28 en un orden de mayor a menor desigualdad, posicionándolo como uno de los estados de más equitativa distribución de la riqueza, sólo superado por Tlaxcala, Morelos, Colima y Guanajuato. Sin embargo, esta condición no exime a la entidad de una desigualdad menor al interior de la estructura del ingreso corriente. Según la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH), que publica el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), muestra que para 2010, el decil (I) con menor ingreso, representa aproximadamente 1.9% del ingreso corriente total, en contraste con el decil (X) de mayor ingreso, que concentra el 32.19%. Tan sólo en los últimos cinco deciles (VI-X), está representado el 78.8% del total».
El porcentaje de pobreza en Tamaulipas es 6.8 puntos porcentuales menor que el porcentaje nacional (41.9%). En ese mismo año, el porcentaje de población vulnerable por carencias sociales en Tamaulipas fue de 25.7%, es decir, 943,400 personas, aproximadamente, presentaron al menos una carencia.
Sin embargo, Existe una mayor desigualdad en ciertas regiones donde «Existe un número relativamente importante de mano de obra cualificada en municipios que muestran una alta desigualdad en los ingresos y tasas de participación económica más bajas que el resto de los espacios, como Casas, Jiménez, Llera, Nuevo y Antiguo Morelos. Por otra parte, municipios más productivos como Altamira o Matamoros se encuentran en la región de menores proporciones de su capital humano ocupado, lo que da lugar a una subocupación local, aspecto que también es traducido a problemáticas en las estructuras micro-locales del empleo».
«Incluso los municipios con mejores condiciones de oportunidades regionales, como Reynosa, Matamoros, Nuevo Laredo (relaciones de intercambio directo con los EUA), Ciudad Victoria (centralidad del poder político) o los municipios huastecos de Tampico, Ciudad Madero y Altamira (turismo, desarrollo portuario, industria petroquímica y cluster industrial), presentan asimetrías importantes en el uso y acceso social de las tecnologías de la información».
Resulta sorprendente que, Los municipios de Reynosa, Matamoros y Altamira concentran los niveles de mayor cantidad de personas en extrema pobreza en Tamaulipas con un total de 58 mil habitantes.
REFLEXIÓN FINAL:
La desigualdad por ingresos es un parámetro importante de análisis en la estructura social de Tamaulipas; no obstante, la reproducción de la desigualdad en las relaciones intermunicipales está más enfocada al tema de la justicia y la libertad, por lo tanto a los derechos y al desarrollo de las capacidades humanas. En este sentido, incorporar mayores elementos al debate de la desigualdad socio-regional, implica una mayor atención en las estrategias de convergencia por medio de la articulación de la política social, económica y fiscal, para establecer una distribución más equitativa de los bienes y, con ello, generar una oferta regional de oportunidades para alcanzar la igualdad en condiciones.
Un reto actual para atacar la creciente desigualdad económica, de ingresos y salarios a nivel inter-municipal y regional en Tamaulipas, no solo debe enfocar las políticas salariales. Es menester atender las asimetrías de emprendimientos y empleos que se ofrecen por las empresas tanto pymes cómo agropecuarias de las zonas rurales del centro y zonas áridas del estado, analizar la polarización de empresas y empleos de la región y municipios fronterizos y de la zona sur conurbada, contra el resto del estado, siendo los municipios polarizados de mayor beneficio, 10 de la frontera norte y tres del sur conurbado.
Significa que los restantes 30 municipios del centro estatal, con algunas diferencias, la mayoría son ubicados entre los más pobres de Tamaulipas y con mayor grado de pobreza laboral y salarial, y por ende, con más índice de Desigualdad Económica y de Precarización por ingresos.
Aquí es dónde se deben concentrar los programas y proyectos de desarrollo y de apoyos institucionales para el futuro…