Por Clemente Castro González.
La palabra mezquino alude a la falta de generosidad y nobleza; se refiere a la pequeñez de una persona. Si a ese comportamiento le sumas el oportunismo estamos frente a un personaje del sistema que ve por él y sus intereses, antes que por el llamado “bien común”.
Por ese rumbo andan políticos de diversa filiación que no dudan en mentir, robar y traicionar para alcanzar sus propósitos.
El común de los liderazgos panistas, priistas, perredistas y de otros partidos caen en éste esquema, lo que podría entenderse pero no justificarse.
Sería reprobable que los integrantes de Morena fueran más de los mismo al tener sesgos por su ausencia de ética.
Lo vemos con los diputados JOSÉ BRAÑA MOJICA y ÚRSULA SALAZAR MOJICA, que deben ser buenos ejemplo porque ostentan un parentesco con quien ejerce un liderazgo real y moral, a lo largo y ancho de la República, es decir, el Presidente ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR.
El tema central no es ser contestatario y desplazar del poder a los adversarios sino demostrar que “no son iguales” en su decir y hacer y en cuanto al proyecto que representan.
La ambición desmedida al buscar un cargo o la obsesión enfermiza de conservarlo, al costo que sea, no habla de modelos de nuevo tipo sino solo de cambio de fachada.
Tal vez los órganos directivos de Morena en la entidad no tengan autoridad real y moral para marcar y hacer efectivas las directrices a las que deban ajustarse militantes, dirigentes y representantes populares afiliados.
Y es que es fundamental que basen su acción cotidiana, en lo partidista y político, en lo que establecen sus documentos básicos, con énfasis en principios y programa de acción, para predicar con el ejemplo.
Sin embargo, no vemos que la lideresa morenista, YURIRIA ITURBE VÁZQUEZ, esté aplicada para que sus compañeros hagan cosas buenas que parezcan buenas.
En cuanto a PEPE, es común que informe sobre su activismo en colonias de Victoria a las que lleva buena vibra y apoyos, modestos pero apoyos al fin.
Quiere decir que el representante popular realiza su labor de gestión en favor los ciudadanos que respaldaron su candidatura y, en general, quienes presentan carencias.
Ahí esta la innegable labor del diputado morenista, el cual cumple con su deber y hace lo que los legisladores panistas, en su tiempo, no hicieron. O al menos no con la intensidad de BRAÑA MOJICA.
Lo que puede señalarse que mete ruido es su propensión a mediatizar, de manera sistemática, lo de su contacto con grupos capitalinos.
Da la impresión de que anda inmerso en un precampaña bastante adelantada.
Pese a ello, bien se dice que lo que no esta prohibido esta permitido de modo que no hay delito por perseguir. De cualquier manera es pertinente hacer algunas consideraciones: en principio que lo valioso así es independientemente de si se hace propaganda o no. Pero se nota que PEPE quiere reflectores y estar en el ánimo de los ciudadanos para lo que venga a futuro.
Los comentarios se hacen en el sentido de que el diputado pretende ser Presidente Municipal de Victoria.
Y si bien puede ser una aspiración legitima no es tan aplaudible que en lugar de hacer causa común con el munícipe local le da por crecer mediante grilla oportunista.
Ahora si que podríamos estar ante un plan para llegar al poder, por el poder mismo, algo que el mandatario federal repudia.
En cuanto a ÚRSULA, debe entender que se requiere de alguien de sus compañeros que tenga experiencia,
conocimiento y trato fino, a fin de dirigir la fracción parlamentaria de Morena y al Congreso.
Pero la dama “no ve, ni oye” lo que sucede y prefiere aferrarse a su “logro” así cometa errores en una circunstancia en la que no pueden darse ese tipo de lujos.
Lo que se sabe es que varios integrantes de la bancada han resentido el trato reactivo de SALAZAR MOJICA y su autoritarismo.
Volvemos al punto: no se trata de ella y su carrea en el Congreso sino de un proyecto de una dimensión diferente a lo tradicional.
¿Acaso ÚRSULA no entiende que ya dio bastante y debe pasar la estafeta antes de que sea más evidente que alcanzó su “Principio de Peter”?
Un MOJICA más es el que despacha en la Fiscalía General de Justica, ni más ni menos que el fiscal IRVING BARRIOS.
Nada que ver con un parentesco con los dos diputados referidos por lo de la coincidencia del apellido.
Pero vale subrayar que éste MOJICA es experimentado, de nivel profesional y sensato.
Él bien que entiende su circunstancia y, según versiones, actúa de manera estratégica para tener una salida sin complicaciones o las menos posibles.
Ahora si que no como “algotros” que no entran en razones y pretenden figurar y mantenerse vigentes al costo que sea.
AL CIERRE
El nuevo Delegado del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Tamaulipas, Doctor FEDERICO HÉCTOR MARÍN MARTÍNEZ, bien haría en recorrer los centros hospitalarios para verificar el estado en que se encuentran y el nivel de funcionamiento del organismo.
Podría empezar por la clínica que esta pegada a la Delegación. Y si hace un recorrido por Urgencias, mejor.
Es factible que la ex delgada, VELIA PATRICIA SILVA DELFIN, no se haya parado por ahí pese a que entró al puesto en enero del 2020.
Nos enteramos de equipo básico que no funciona en forma óptima, camas hospitalarias viejas y enmohecidas, escritorios obsoletos y sucios, entre otros “detalles”.
Además, el Delegado podría enterarse de que coexisten dos patrones de comportamiento entre el personal, con respecto a su relación con los derechohabientes: los que representan al llamado “elefante reumático”, la vieja escuela de burócratas “perdona vidas” y quienes traen la camiseta bien puesta acorde con el humanismo y la atención de calidad que impulsa el Director General del IMSS, ZOÉ ROBLEDO ABURTO, por instrucciones puntuales del Presidente de México, ANDRÉS MANUEL LÓEPZ OBRADOR.