Por Juan Sánchez-Mendoza
En el municipio de Ocampo como en el de Gómez Farías, que forman parte del suroeste de Tamaulipas, Francisco Javier García Cabeza de Vaca tiene en posesión miles de hectáreas.
Otrora despojadas a ejidatarios.
Se ubican principalmente en la reserva natural Biósfera del Cielo, en la que construye un gran complejo turístico –situado en la zona llamada ‘Joya de manantiales’–, pese a ser un área de reserva protegida por su flora y su fauna.
Los actuales munícipes: Frank Yussef de León Ávila (Gómez Farías) y Melchor Budarth Báez (Ocampo), de extracción panista, han permitido todo tipo de excesos al ex gobernador, por haber sido él quien los impuso en los cargos.
Por eso antes de concluir su régimen Francisco Javier hizo construir la autopista Mante-Tula, sobre la Sierra Madre Oriental, en 70 kilómetros; y el mejoramiento de otros 31 de carretera asfáltica para totalizar 101, pero con varias incorporaciones hacia sus ahora propiedades.
Esto viene a coalición ante los amagos vertidos por el edil de Ocampo, hacia la síndica Adriana Lucia Guerrero, por ésta negarse a convalidar sus malos manejos administrativos para favorecer un proyecto ajeno al pueblo.
Así, ella, se lo hizo saber al gobernador Américo Villarreal Anaya, junto a otros miembros del Cabildo denunciando probables actos de corrupción y asegurando que ya presentaron (varias) denuncias ante la Fiscalía General de Justicia.
Hasta ahora, ninguna ha procedido legalmente.
Pero sé que el tema dará mucho más de qué hablar, ante los intereses nocivos del edil en connivencia con García Cabeza de Vaca, para despojar de su patrimonio a ejidatarios.
La síndica teme por su integridad física.
Igual que los ediles que la acompañaron a denunciar las amenazas en un evento del mandatario estatal.
Y algo debe hacerse al respecto, considerando que el pueblo Ocampo (en pleno) no tiene por qué solapar las complicidades. Ni tolerar abusos de la gavilla encabezada por Francisco Javier, a través de Budarth Báez.
Quizá la síndica denunciante Adriana Lucia Guerrero, tuvo connivencia en un principio con el alcalde (al que hoy acusa).
Pero lo cierto es que para curarse en salud acusa las tropelías del edil.
Mientras tanto, Ocampo arde.
Y no es asunto menor, dado que hay intereses de corrupción, despojo, abuso de poder, tráfico de influencias y demás…
Sacudida en Victoria
En días próximos, según ha reconocido el presidente municipal de Victoria, Eduardo Abraham Gattás Báez, habrá una sacudida al árbol administrativo del gobierno municipal.
Esto me lleva a suponer que está dispuesto a dar mejores resultados, en su ejercicio, sumando a gente más comprometida con la localidad.
Es sana su intención.
Más, cuando no quita el dedo del renglón para atender las deficiencias en la recolección de basura, dotación de agua potable, alumbrado público y limpieza de áreas verdes y recreativas.
Medición exagerada
La alcaldesa de Nuevo Laredo, Carmen Lilia Cantúrosas Villarreal, aparece como la edil mejor calificada del país en una medición que, presumo podría haber sido pagada por ella.
Sobre todo porque la inseguridad en esa localidad fronteriza es latente respecto a delitos del fuero común y del orden federal; el desempleo tiende a la baja, los servicios públicos son cuestionados y su relación con la 4T es distante.
En fin..
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