DESDE ESTA ESQUINA.
MELITON GUEVARA CASTILLO.
11.01.2023.
PLAGIO ACADEMICO.
Con motivo de la acusación de plagio académico a una Ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, me vinieron a la mente un montón de vivencias, recuerdos pues de mi paso por las aulas. Efectivamente el plagio escolar es tema de todos los días. Y más ahora con la red, hay tanta información que, si te encargan el resumen de un libro, ahí lo encuentran y lo entregan. En este caso me permito narrar varios de ellos, específicamente el caso de dos tesis y de otros trabajos académicos.
El camino fácil de resolver un problema incrementa el plagio académico. En este sentido creo que, en general, quienes lo hacen, no tienen el ánimo de aprender. Simplemente, desea, concluir un ciclo: es como quien copia en el examen, lo que menos le interesa es aprender. Sin embargo, estoy convencido, quien lo hace, no tiene el menor sentido del año que se hace y hace a la institución.
VIOLACION.
El Lic. Rogelio Ramírez Covarrubias recibió una tesis para revisión. Una vez que la leyó, le pidió a la asistente del Director los libros de exámenes profesionales; busco aquellos en los que el participo cuyo tema era el de violación. Reviso varios años hasta que dio con el que le interesaba; con el dato se fue a la biblioteca y pidió que le facilitaran la tesis en cuestión. Constato que efectivamenteeran iguales, pero no dijo nada, espero hasta el día el examen.
Ese día se hace el protocolo de rigor y antes de iniciar el cuestionamiento, el maestro pidió la palabra. Describió lo que hizo y le puso al sustentante el texto original, pidiendo que diera una razón o motivo por el cual el texto era idéntico. No obtuvo respuesta, el sustentante se levantó y abandono el aula de exámenes profesionales. Al respecto, no me entere del final, si volvió a presentar o no o si de plano ya no intento titularse.
MEMORIAS.
Azahel Jaramillo fue maestro de LCC y en una ocasión igual, recibió una tesis para revisión. Claro, dos más la recibieron, sin embargo, fue el primero en leerla y convoco al resto de los integrantes del jurado. Detallo que había leído el texto, que cumplía los requisitos pero que, sin embargo, éltenía la certeza de que la alumna no era la autora del texto. El argumento fue contundente y decidieron que el documento no era válido.
¿Qué fue lo que encontró Azahel? Algo tan simple y sencillo: en el documento se describían hecho que el autor por su edad difícilmente habría de conocer. Entre las especulaciones, una de ellas, es que quien le ayudo no tuvo cuidado en la redacción, con los verbos y los tiempos. En fin, la autora solo espero, se inscribió en un curso de titulación y presento su examen profesional.
RECOMENDACIÓN.
Un buen día, estaba en la oficina de un amigo, académico y recibe una llamada. Quiérase o no, pues uno se entera de parte de la conversación. Le llamo un amigo para pedirle que recomendara a una estudiante del Colegio de Tamaulipas, para que le aprobaran su tesis. ¿Cuál era la cuestión? Simple: había un sinnúmero de plagios, que era una vergüenza que buscara titularse de esta manera. Y fue contundente en su recomendación: “Tú no te metas, es un problema serio, en todo caso, recomiéndale que haga bien su trabajo.
José Luis es un egresado de la Facultad de MedicinaVeterinaria. Y a raíz del caso de la ministra en sus redes sociales conto que elaboro su tesis, pero que no se tituló porque se salió de la ciudad. Y pasados varios meses, regresa y se entera que su director de tesis le dio su trabajo a otro, si a otro para que se titulara.
SIN BATALLAR.
En uno de los últimos semestres, cuando impartía la materia de Comunicación Política, me sucedió lo siguiente: les asigne lecturas para las distintas lecturas. Hagan de cuenta que las primeras tres las entendieron, pero después se quejaron. No las entienden, les digo, porque necesitan leer más, manejar un lenguaje más especializado. Y hago un acuerdo con ellos: elaboren un glosario de las palabras que no entiendan y a quienes lo entreguen les daré 2 puntos sobre la calificación final.
Avanzamos en las unidades y les remarcaba las palabras o expresiones que, posiblemente no entendían; en otras ocasiones, ellos mismos preguntaban y les daba una explicación. De 26 alumnos presentaron 23. De esos, 21 entregaron su glosario: de esos, increíble, 19 eran iguales, lo verifique, lo sacaron de internet. ¡Solo 2 hicieron su tarea!