Por Juan Sánchez-Mendoza
En su visita a la Refinería Olmeca de Dos Bocas construida en el municipio de Paraíso, Tabasco, el gobernador Américo Villarreal Anaya platicó con la planta laboral especializada de origen tamaulipeco que ahí presta servicios, y, por cierto, comparte conocimientos con trabajadores de otras latitudes.
El mandatario acudió como invitado de la secretaria de Energía, Rocío Nahle García, para realizar un recorrido por las instalaciones, en compañía del Comisionado de Energía estatal, José Ramón Silva Arizabalo.
Durante el camino la funcionaria federal dijo que “en la construcción de esta obra se requieren trabajadores especializados; y muchos de ellos, son tamaulipecos”.
Ante ello, Américo felicitó a sus paisanos por participar en la gran obra “que está haciendo nuestro presidente (Andrés Manuel López Obrador), en beneficio del pueblo de México”.
La ocasión se prestó para que Nahle García autorizara (públicamente) la construcción en Tamaulipas de una planta de fertilizantes, con capital de origen egipcio, en la cual el estado será socio comercializador.
En unos días más estará aquí en la capital tamaulipeca el embajador de Egipto en México, para formalizar el acuerdo de la planta que, sin temor a equivocarme, representará una fuerte derrama económica y gran número de empleos, como en Paraíso lo reconocieran la secretaria Nahle García y el gobernador Villarreal Anaya.
La gira del mandatario, por otra parte, resulta significativa porque es la mejor prueba de la empatía que mantiene con la Federación.
De ahí que no desmaye en su intento de atraer recursos federales a la tierra que lo vio nacer, mediante obras de infraestructura y proyectos de un alto nivel competitivo.
Ya ve Usted que (después de la jornada electoral del 19 de febrero) en Nuevo Laredo estará el jefe del Ejecutivo Federal, para poner en marcha el complejo aduanal que ocupará una superficie de 60 hectáreas, a fin de dar a esa localidad fronteriza la importancia que amerita por la recaudación de impuestos que anualmente es de (+/-) 200 mil millones de pesos.
Además, se ampliarán y modernizarán dos puentes internacionales en ambos lados de la línea divisoria México-Estados Unidos.
Caída libre
El proceso legislativo para la destitución de Raúl Ramírez Castañeda como Fiscal Anticorrupción de Tamaulipas, está a punto de iniciar, tras negársele un amparo para continuar en el cargo, aun cuando reprobó los exámenes de control y confianza, presentados en el Centro Nacional de Inteligencia.
Legalmente, la LXV Legislatura requiere de las dos terceras partes del pleno y una causal muy fuerte para destituirlo.
En este segundo caso, existen elementos, como haber reprobado sus exámenes y obstaculizar los procesos iniciados en contra de un puñado de exservidores públicos que cometieron delitos de peculado, cohecho, desvío de fondos y demás.
Sobre el primer asunto, sé que ya se cabildea en el Congreso local, a fin de lograr acuerdos entre las diversas bancadas para llevarlo al cadalso, pues más de seis diputados del Partido Acción Nacional (PAN) asoman su desacuerdo con Félix Fernando García Aguiar, Luis René Cantú Galván y Carlos Fernández Altamira, quienes sin chistar acatan y la dan línea a sus pares de cuanto les ordena el aún senador Ismael García Cabeza de Vaca.
Lo cierto es que Raúl va en caída libre.
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