Washington. Estados Unidos y Alemania anunciaron ayer que enviarán tanques pesados a Ucrania, que a su vez exigió a Occidente misiles de largo alcance y aviones de combate para derrotar a Rusia.
Sumando todos los tanques que los países europeos quieren enviar, Kiev tiene la promesa de recibir unos 90 tanques Leopard, de fabricación alemana, además de 31 Abrams estadunidenses.
Los Abrams, Leopard y Challenger, éstos suministrados por los británicos, no harán, por sí solos, que Ucrania gane la guerra, pero tendrán gran impacto en el campo de batalla y aumentarán la escala y la letalidad del combate, escribió Kim Sengupta en el diario The Independent.
El presidente estadunidense, Joe Biden, prometió 31 tanques Abrams, uno de los vehículos más poderosos de su ejército, desistiendo de los argumentos que presentó durante meses de que la operación y el mantenimiento de los tanques eran demasiado complicados para las fuerzas ucranias.
Especificó que, a diferencia de los Leopard, son “muy complejos de operar y mantener”, por lo que “entregaremos a Ucrania las refacciones y el equipo necesarios para usarlos en el campo de batalla”, pero advirtió que “tomará tiempo” que los tanques lleguen a su destino.
Aunque Occidente ya envió a Ucrania desde artillería hasta sistemas de defensa antimisiles Patriot, los tanques llevan a un nuevo nivel el combate a las fuerzas rusas. Biden afirmó que esto no debe verse como una escalada en el conflicto, sino como un esfuerzo por ayudar a Ucrania a defenderse.
La decisión se tomó poco después de que Alemania aceptó enviar 14 tanques Leopard 2 A6 de su propio arsenal. Berlín había dicho que no los enviaría, a menos que Wa-shington pusiera a disposición los Abrams, ya que no quería provocar la ira de Moscú sin que Estados Unidos comprometiera de forma similar sus propios tanques