Como consecuencia de la política pública que impide competir en igualdad de condiciones frente a Pemex, grupos gasolineros extranjeros están empezando a dejar de operar en el País, situación que podría convertirse en un éxodo, advirtió Luis Eduardo Chavarría Meza, director de Kepler Oil & Gas.
El líder de la firma de inspección, certificación, calibración e integración de proyectos en el sector hidrocarburos afirmó que los grupos extranjeros dejarán de tener gasolineras propias, conservando sólo franquicias, porque la competencia de precios frente a Pemex les resulta incosteable.
«La política pública está sacando de mercado a los inversionistas privados para fortalecer al monopolio estatal. Lo que está pasando en las gasolineras es que, por ejemplo, Repsol y Total son de las empresas que están decidiendo ya retirarse del mercado mexicano y empiezan a desinvertir», sostuvo Chavarría Meza.
Como empresa preponderante en el mercado mexicano, expuso, Pemex subsidia los precios de sus combustibles a un extremo que ninguno de los grupos gasolineros puede sostener, a menos que absorban pérdidas.
Aseguró que las estaciones de servicio de Total ya desincorporan activos de gasolineras que eran de su propiedad y sólo se están quedando con las franquicias de su marca que colocaron con terceros.
«Lo mismo están haciendo grupos gasolineros, como Repsol, y en el caso de Total sólo restan cerca del 20 por ciento, pues la mayoría de las estaciones de servicio que vemos de ellos son franquicias que les dejan un pequeño porcentaje de ingresos, pues para ellos es preferible eso que arrojar pérdidas».
Chavarría Meza consideró que en esta guerra de precios el que puede soportar sostenidamente durante mucho tiempo es sólo Pemex, aunque sea en un esquema perdedor.
«Las grandes marcas, por muy barato que quieran traer el combustible, no logran alcanzar esos niveles y esa es la razón por la que se retiran, es por el tema de precios».
Sin embargo, advirtió que aun y cuando podría ser benéfico para el consumidor, en el mediano plazo las pérdidas que arrojará Pemex se enfrentarán a serias restricciones presupuestales.
«El Gobierno de México no tiene un presupuesto infinito y para hacer todo esto se requiere capital, que va a pegar a alguien al momento en el que Pemex requiera el capital para nacionalizar la venta, lo que le tocará enfrentar, al menos, a los próximos dos Presidentes de la República».
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