Por Ana Luisa García G.
La conferencia sobre las “nuevas masculinidades”, sustentada en la Universidad Autónoma de Tamaulipas como recurso para alcanzar los Objetivos de Desarrollo de la Agenda 2023 de la ONU, nos llevó a investigar sobre este tema, para lo cual platicamos con profesionales de la psicología. Cabe mencionar que el concepto fue abordado por escritoras feministas como Simone de Beauvoir (1949) y Kate Millet (1969) y ha estado sobre la mesa de discusión de sociólogos y psicólogos, sin embargo no es un tema acabado, sino por el contrario se ha ido enriqueciendo y transformando conforme pasa el tiempo.
El estudio de las nuevas masculinidades o masculinidades alternativas replantea la idea de masculinidad y propone desaparecer los roles de género adquiridos y perpetuados a lo largo de siglos. En pleno 2023 resulta un tanto inoperante la idea tradicional de hombre, porque la sociedad no es la misma, porque la mujer cambió y amplió su roll.
En forma resumida podemos decir que las nuevas masculinidades promueven valores igualitarios de género, rechaza y denuncia la violencia machista.
Las nuevas masculinidades que se pueden encontrar en las aulas de las escuelas de diferentes niveles, desde educación básica hasta las universidades tienen que ver con el compromiso de los varones para querer cambiar su visión, particularmente la de que, “alguien tiene que servirme”. Los estudiosos del tema se refieren a ese cambio, como la convicción de “desaprender viejas conductas socialmente inculcadas”, y sustituirlas por el ánimo de comprometerse a reaprender una nueva cultura.
Para lograr esa transformación se requiere el compromiso de los hombres para querer cambiar su visión y ser lo suficientemente firmes en su convicción de cambio.
En esa transformación no puede pasar desapercibido que a los hombres les mutilaron una parte de sus emociones, desde niños les dijeron que “los hombres no lloran”, cuando son seres sensibles con derecho a manifestar sus sentimientos los cuales han aprendido a reprimirlos, sólo por citar un ejemplo.
Las nuevas masculinidades vienen a dar apertura al ejercicio de la libertad de cada individuo sin importar si es hombre o mujer, para ser, como esa persona desea expresarse o conducirse, y al mismo tiempo promueve la igualdad entre hombres y mujeres.
Esa es la importancia de la conferencia organizada por la Secretaría de Investigación y Postgrado de la UAT, a través de la Dirección de Sustentabilidad, que vienen a dar cumplimiento al modelo de gestión de Responsabilidad Social Universitaria que impulsa el rector Guillermo Mendoza Cavazos en cumplimiento al Plan de Desarrollo Institucional de la Casa de Estudios.
En esta ocasión la conferencia tuvo lugar en el auditorio de la UAM de Ciencias, Educación y Humanidades y fue sustentada por el Dr. Oswaldo Martínez Salvarán, profesor e investigador de la UAT, quien aportó elementos para construir relaciones más sanas e igualitarias dentro y fuera de los espacios laborales, replanteando la idea de la masculinidad y “desaprendiendo” los roles tradicionales de género.
EL DIABLO ANDUVO SUELTO EN CARRETERAS.- No sabemos qué ocurrió, pero el Diablo se enseñoreó en las carreteras de Tamaulipas. Hasta el cierre de esta columna no había cifras oficiales sobre la primera de dos semanas del periodo vacacional pero los reportes periodísticos referían cuando menos una decena de decesos y un número similar de accidentes que tiñeron de sangre los caminos. Lamentable, sin duda estas pérdidas empañan las fiestas de Semana Santa.
La derrama económica fue buena “a secas”, en el pasado reciente hoteles, restaurantes y comercio en general obtuvo mayores ingresos en los días Santos, y esto tiene su origen en la situación económica que priva en el país. No hay que cerrar los ojos ante una realidad que estamos viviendo.
Falta aún otra semana de vacaciones, pero déjeme decirle que en Tampico donde radiqué durante 7 años, en la Semana Santa tradicionalmente no encuentra usted hospedaje en ningún hotel, del nivel que sea, y esta vez se habló de un 60 % de ocupación, suponiendo sin conceder que en un recuento más preciso se redondee en un 70 % de ocupación, la realidad es que esta vez hubo cuartos disponibles, cosa que hacía tiempo no ocurría.
Claro que hubo ventas extraordinarias en restaurantes y comederos de todos los niveles, y mejora en el movimiento de hospedaje, pero no nos engañemos, la economía del país anda mal, y eso debe de ser tomado en cuenta para el ejercicio del presupuesto familiar. Estamos en el cuarto mes del año y la cuesta de enero no se ha diluido, eso sin contar que la carestía de la vida está imparable.
Créame, no tengo afán de ser aguafiestas, pero si previsora, porque tal como decía Raúl Velazco, “aún hay más” y los meses por venir no ofrecen posibilidades de mejora.