El ministro turco de Defensa, Hulusi Akar, anunció el lunes que los ministros de Defensa y los jefes de Inteligencia de Turquía, Rusia, Irán y Siria se reunirán este marte en Moscú, con el objetivo de avanzar en la normalización de las relaciones entre Ankara y Damasco.
«Ya sea en Turquía o en Siria, tenemos hermanos y hermanas sirios con los que estamos juntos. No se trata de que tomemos ninguna decisión o situación que les ponga en apuros. Que estén tranquilos», dijo Akar, citado por la agencia de noticias oficial Anadolu.
Estas palabras pretenden eliminar las preocupaciones de unos 3,5 millones de sirios, refugiados en Turquía y en zonas controladas por el ejército turco en el norte de Siria.
«Esperamos que se produzcan algunos acontecimientos positivos tras la reunión (del martes). Nosotros, como Ministerio de Turquía, hacemos todo lo posible por contribuir a la paz regional», dijo Akar.
La presencia y el compromiso de Turquía en Siria están relacionados con su lucha contra el terrorismo, explicó el ministro.
Por eso, Turquía no desea más inmigración desde Siria, sino que sólo pretende garantizar que los sirios en Turquía regresen a sus tierras y hogares de forma voluntaria, segura y respetuosa una vez que se cumplan las condiciones necesarias.
Turquía condenó al régimen del presidente sirio, Bashar Al Asad, tras el estallido de los disturbios civiles en Siria en la primavera de 2011 y comenzó a implicarse en la guerra, primero de forma diplomática y luego ayudando al Ejército Sirio Libre que luchaba contra Damasco.
Turquía ha realizado desde 2016 varias intervenciones militares en Siria y controla algunas partes del norte del país.
Damasco plantea la retirada turca como condición previa para normalizar las relaciones, mientras que Turquía argumenta que respeta la integridad territorial de Siria y que su presencia militar allí solo se dirige contra fuerzas terroristas.