San Quintín, BC., Adán Augusto López, aspirante a coordinador de la defensa de la Cuarta Transformación, se comprometió ayer ante jornaleros agrícolas de San Quintín a impulsar una campaña de regularización de la tierra, para lo que ofreció un equipo de abogados contratados por él que apoyará los procesos y otro que trabajará con los cortadores de fresa para que reciban utilidades de las cosechas.
El ex secretario de Gobernación llegó al aeropuerto de Tijuana casi al mediodía y después se trasladó por carretera unos 300 kilómetros hasta llegar a San Quintín. Este viernes viajará a Mexicali donde se reunirá con migrantes.
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En la primera asamblea informativa en esta comunidad del sur de la entidad anunció que la única diputada local de esa demarcación, Dunnia Montserrat Murillo López, será quien encabece los trabajos de regularización, que iniciarán en tres semanas, “para que la gente tenga certeza jurídica” de sus terrenos, “el único patrimonio que han logrado muchos”.
Refirió que en 2015 el salario que se pagaba a los trabajadores del campo era de 70 pesos diarios y actualmente es de “poco más de 300 pesos”; sin embargo, consideró que aún falta mucho por avanzar.
El tabasqueño se comprometió a que un abogado laborista pagado por él asesorará a los cortadores de fresa para obligar a “los acaparadores de la tierra” a que les paguen utilidades; mencionó que es la segunda vez que visita San Quintín y la primera fue acompañando al presidente Andrés Manuel López Obrador.
Adán Augusto López anunció también que el próximo lunes presentará un segundo informe de los gastos que ha hecho en sus visitas a diferentes entidades y recordó que al reembolsar los recursos que le ofreció Morena para ese fin, pidió que se destinaran a mejoras en las comunidades más marginadas, como Metlatónoc, Guerrero, y Huayacocotla, Veracruz.
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También hizo un breve relato de los recorridos en que acompañó a López Obrador, y recordó que de uno de ellos surgió «de la cabeza y el corazón» entregar un apoyo a los adultos mayores luego de que un hombre le narró cómo trabajó toda su vida en el campo y en el Instituto Mexicano del Seguro Social le dijeron que no tenía derecho a recibir ningún pensión porque siempre fue su propio patrón.