DESDE ESTA ESQUINA.
MELITON GUEVARA CASTILLO.
06.07.2023.
Leo o me entero de lo que está sucediendo en la política y me viene a la mente una idea contradictoria de lo que es y significa la política: tengo la impresión que, desde hace mucho tiempo, la política se practica con un garrote en la mano, tal y como se hacía en la edad media para aplicar castigos. Y es que, observando los hechos, nos danos cuenta que quien tiene poder, o quien tiene medios para castigar, no se detiene. Carlos Peña, mejor conocido como “Makito”, afirma que le llamaron para decirlo: lo vas a pagar… por no entregar una carta de residencia a un exgobernador que sueña con ser candidato presidencial.
En la práctica, de siempre, el garrote político ha existido. Los protagonistas políticos al momento de tomar decisiones son presionados, o chantajeados y extorsionados, de tal suerte que su decisión no es personal, va en consonancia con los intereses de quien, obvio, utiliza el garrote. Hoy con la 4T, por ejemplo, ya nadie desconoce el uso de la FGN como la UIF como medio para presionar o ajustar cuentas con quien, como bien dicen, “me las debe”.
CAPITAL POLITICO.
En el argot político se dice que un protagonista, un actor político, un líder o candidato, tiene o no capital político. Se entiende por capital político la medición, positiva o negativa, entre la ciudadanía o electorado. Por decir, en este momento, se cuenta que AMLO tiene una aprobación promedio de 60 puntos; en el caso de las corcholatas, todas las encuestas, dan cuenta que Claudia Sheiumbaum y Marcelo Ebrard son los punteros, los otros nada tienen que hacer. Sin embargo, hay quienes, o no ven, no quieren reconocer su posición, que no tienen posibilidades de triunfo, es el caso de Gabriel Quadri de la Torre o de Francisco Javier García Cabeza de Vaca.
Hace días Ismael García Cabeza de Vaca, actual senador, protagonizo un hecho bochornoso. Fue a la Presidencia Municipal de Reynosa a solicitar una Carta de Residencia para su hermano, el exgobernador… que, por cierto, nadie sabe dónde está viviendo. El caso es que se la negaron, por no cumplir con los requisitos: ahora el Presidente se queja de una amenaza… Por cierto, el exgobernador ya anuncio en twitter que el viernes, a las 11, dará un mensaje: se presume, será su registro como candidato presidencial. Y uno se pregunta: ¿Qué quiere? El contexto indica, claramente, que no tiene nada que hacer, al menos no pinta en las encuestas.
GARROTE VS ADAN.
Difícil de creer lo que sucedió con la visita de Adán Augusto López a Tamaulipas. Los hechos, incluso denunciados por el mismo, dan cuenta que un servidor público estatal, del área de bienestar social, con despensas en mano, conmino a ciudadanos a que no asistieran al evento de la corcholata tabasqueña, cuya familia en otros tiempos protegió, apoyo, a AMLO. La acción fue burda, una exposición inútil. ¿Cómo se les ocurrió? ¿Acaso no tuvieron, a la mano, otro tipo de mecanismos para hacerle notar a Adán su rechazo?
Lo anterior se inscribe, o tiene un contexto, de una lucha o fuego amigo. Hace días Luis Lauro Reyes Rodríguez, responsable de los programas de bienestar social, opero el cambio o sustitución de los subdelegados; mismos que, se entiende, obedecían a la política o ambición de José Ramón Gómez Leal, ex delegado, actualmente senador y, hoy en día, uno de los operadores de Adán Augusto en Tamaulipas.
GARROTE DE AMLO.
Entre las corcholatas hay, quiérase o no, garrotazos firmes, directos, que buscan doblegar a más de uno. Por ejemplo, Mario Delgado busca neutraliza a Ricardo Monreal, a quien se menciona como probable contendiente para CdMx; y que Mario, también quiere lo mismo. Por eso, al dar a conocer los gastos de las corcholatas balconea a Monreal, que es el que más ha gastado y este, en respuesta, afirma que en una ruta vio más de 100 espectaculares, ninguno, dijo “mío”.
Hace días, en La Jornada Marcelo Ebrard hizo notar que no va soportar una chicanada…pero hace días en la mañanera se recordó que la UIF tiene un expediente de cuando fue jefe de CdMx sobre una línea del metro. Así que, le recordaron, que hay un expediente sobre sus actos de corrupción.
EXPEDIENTE O MALETIN.
En la política mexicana siempre se ha dicho que para doblegar a un enemigo incomodo solo hay dos medios: el medio, digamos por las buenas, es un maletín repleto de dinero para que se haga a un lado, para que no estorbe; en el otro lado, el extremo, es el expediente de sus pillerías: exilio, con billetes en mano, o la prisión. No es fácil decidir, quizá por eso, aun Marcelo se atreve a decir que no aceptara una “chicanada” y Monreal le responde que ya no es tiempo de amenazar con una ruptura.