DESDE ESTA ESQUINA.
MELITON GUEVARA CASTILLO.
22.07.2023.
MENTIROSOS POR VOCACION.
Es difícil, a veces muy complicado, entender a los políticos. Se entiende que todos, sean médicos, ingenieros, arquitectos, abogados, entre otras profesiones o actividades técnicas como electricistas, desarrollan sus actividades por vocación. Y en el caso de los políticos, los observo, leo y escucho lo que dicen, me entero de sus informes, y cada vez me convenzo más, tienen una vocación. Si, por vocación, los políticos y buena parte de los gobernantes, son mentirosos por vocación.
Los académicos, los expertos en política, teoría o ciencia política, tienen una certidumbre: que el político siempre, por siempre, oculta sus intenciones, sus propósitos; a partir de esa certidumbre encuentran que lo hacen, de manera generalizada en su vida política, pero con mayor acentuación en una campaña política: prometen cosas, incluso, que ellos mismos saben que es imposible… pero como andan en campaña, le dicen a la gente lo que quieren oír.
¿SE ENGAÑAN?
Hace días Yuriria Iturbe Vázquez, profesora de secundaria y actualmente Presidenta del Comité Estatal de MORENA, dio una conferencia de prensa y ah, quiérase o no, confirmo nuestra aseveración. Entre sus palabras, la verdad, no hay ninguna verdad: miente con una facilidad tremenda, porque quiere justificar lo que es imposible desmentir en los hechos. Su mentira más grande, de ese momento, fue afirmar que la corcholatas no están gastando mucho dinero en sus asambleas informativas. Y es que, las mismas corcholatas, se encargan de desmentirla.
Afirma, también, que las corcholatas no llegaran desgastadas al final del proceso, cuando todos, pero todos, lo estamos viendo. Y es que, entre ellos, un día sí y otro también, los golpes bajos están a la orden del día: Marcelo, Ricardo y hasta Gerardo se quejan, de que no hay piso parejo; y no puede haberlo cuando, día con día, se observan los movimientos y acciones de unos y otros: lo que gastan no está resultando positivo a su posicionamiento. Cada uno hace su juego y busca, sin miramientos, descarrilar a quien ve como enemigo a vencer.
PROMESAS DE CAMPAÑA.
El chiste se cuenta solo en los memes que tienen que ver con las campañas políticas. El diablo ofreciendo el paraíso y los políticos promesas para resolver problemas añejos; como cuando Lalo Gattas ofreció el segundo acueducto para resolver el problema del agua. Hoy mismo observamos como Américo Villarreal ve con dificultad que pueda cumplir la promesa de que aterrice la 4T en la entidad. Y es que, los obstáculos políticos, legales y legislativos está complicado derrumbarlos.
Todos los gobernantes, sin excepción, hay hecho promesas de campaña que luego no pueden cumplir. Imposible enumerar las promesas de los gobiernos neoliberales, pero la más socorrida, era acabar con la pobreza. Sin embargo, lo más reciente es lo que está
sucediendo con AMLO: prometido sacar a los militares de la calle y está haciendo lo contrario: hasta los está convirtiendo, a la elite, en los nuevos ricos de la 4T. Ofreció apoyar a los pobres y lo está haciendo, les está cumpliendo; pero se ufana ser un demócrata y no respeta la ley, busca como burlarla, un demócrata consulta y el, hasta en las cosas más elementales, las impone… es más, en lo que va de su sexenio, no ha conversado con la oposición, se burla del legislativo, les ordena que no quiten ni una coma a sus iniciativas… no respeta la división de poderes.
ENGAÑO FRECUENTE.
En el argot político hay la expresión de que se puede engañar una vez, dos o tres veces al pueblo, pero que no toda la vida. Y es lo que le está sucediendo con la 4T y MORENA. Indiscutible que AMLO ha apoyado a los más pobres, a los que son fieles según afirma; pero ha cometido errores y, por eso, el primer síntoma de rechazo lo vivió en la elección anterior de CdMx, cuando MORENA perdió la mitad de las alcaldías. ¿Por qué sucedió? AMLO le echo la culpa a la clase media, aspiracionista dijo, otros a Ricardo Monreal: el hecho es que ahí, la corcholata preferida, fallo en su operación política…Mentir, tarde o temprano, trae sus consecuencias, sobre todo para el político.