José Inés Figueroa Vitela.-
A ver; repartir despensas y consumibles no le va a dar un cargo de elección popular a nadie; dejar de darlas tampoco habrá de quitársela a alguien, tal vez.
Hablar de despensa y consumibles, es una figura retórica que engloba todos los instrumentos de la coacción electoral, habida y por haber, sobre la que nunca hubo límites.
Las dádivas solo fueron el pretexto, para justificar el asalto al poder en el pasado prianista, pero en realidad nadie ganó una elección con el voto de sus pretendidos beneficiarios, promovidos, acarreados, comprados y vendidos.
Las cifras históricas, a la luz de los análisis serios y profesionales, así lo demostraron repetidamente.
Hoy como nunca, en la época contemporánea, existe un tercer factor, como fiel de la balanza electoral, unigénito, contundente y nacional, de donde saldrán los votos y, en consecuencia, las nominaciones trascendentes.
Por eso, salen sobrando los gritos, brincos y sombrerazos, los pellizcos bajo la mesa, los piquetes de ojo y zancadillas, que empiezan a cruzarse entre algunos de los presuntos aspirantes para la elección del año entrante.
Aunque las primicias son de orden general, para personajes y partidos, en municipios, distritos, estados y en la geografía nacional, cobran particular relevancia en las campiñas guindas, del morenismo pejista.
No alienten discordias, diría, en su celebérrima conseja el exgobernador MANUEL CAVAZOS LERMA, juntando las yemas de sus manos.
La nueva clase política, del Movimiento que en Tamaulipas lidera el gobernador AMÉRICO VILLARREAL ANAYA, sabe que en este sistema no existe el juego de lo que en su tiempo de llamó la operación cicatriz.
Por eso están ciertos de que, quienes andan haciendo ruido pensando en los premios de consolación, solo están perdiendo el tiempo, y otros haberes, habida cuenta de que si no traen las de ganar, igual lo perderán todo.
Son los despistados, quienes no han entendido el perfil de las nuevas praxis y la nueva clase política, quienes se pierden en las prácticas del viejo sistema que cayó cual fardo, a los pies de una nueva sociedad, crítica y reclamante.
Así los vemos entre los aspirantes a la candidatura presidencial, como quienes quieren ser igual postulados a Gobernadores -en otros estados-, Senadores, Diputados Federales y Locales, alcaldes, síndicos y regidores.
La atención está más puesta, por supuesto, en los actores que se mueven a la sombra del partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), en su calidad de puntero a la vista de todas las encuestas serias conocidas.
Una regla no escrita, sentencia que quien le entra al juego sucio, desde los procesos internos de selección de candidatos, se estará automarginando de participar, condenándose a quedar fuera del Movimiento.
Ergo, la depuración ya inició, de cara a la madre de todas las elecciones que ya está en ciernes.
De casos y cosas, por estos días de asueto institucional, ya se ha ocupado la media.
Ello, sin detrimento que pretendiendo cobijarse en el llamado fuego amigo, igual la contra anda maquilando escenarios de dispersión, con la idea de llevar agua a su movido, pero por conocidos, tales recursos pronto caen por su propio peso.
Por estos días, personal y funcionarios del Estado se encuentran de vacaciones no todos.
En dependencias con trato al público hay guardias y en algunas, hasta sus titulares han estado muy al pendiente de la chamba.
Mención especial, la Oficina Fiscal del Estado, donde la Directora, MARA TERÁN GARZA, desde que llegó al cargo, impuso su sello, caracterizado por el buen trato y apoyo a los causantes.
Cosa que, nos consta, de manera recurrente es aplaudido y felicitado por los ciudadanos que le buscan, para agradecer y reconocer el cambio que se palpa en la dependencia.
Por estos días en que no todo el personal está actuante, la licenciada TERÁN ha dispuesto que temprano se entreguen tantas fichas como personas pueden atender en la jornada y de esa manera, se evitan pérdidas de tiempo y contratiempos.
Querer es poder.
Felicitaciones a la servidora pública y a su cuerpo de colaboradores, que han estado a la altura, muy a tono con las políticas y convocatorias del gobernador AMÉRICO VILLARREAL ANAYA.