Expediente
Azahel Jaramillo H.
Las familias de Tamaulipas retornan esta semana a la normalidad con el regreso a clases en jardiines de niños, primarias, secundarias y escuelas normales. Alrededor de 800 mil niños y jóvenes regresan a las aulas, tras el paro de labores dictado por la sección 30 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, dirigida por el profesor Arnulfo Rodríguez Treviño, nacido en el municipio Villagrán el 15 de agosto de 1946, es decir hace 77 años.
En lo personal he de decir que en marzo y mayo tuve dos encuentros circunstanciales con el profesor Arnulfo Rodríguez. Ya era de nuevo Secretario General de la Sección 30. Fue en restaurantes locales, fueron meras coincidencias. En la primera ocasión charlamos en breve de amistades comunes, incluido el noviazgo en sus juventudes con una maestra de Reynosa.
Decía Julio Scherer García: «es vivaz la evocación, hace presente el ayer». Y así fue esa vez, vi a un Arnulfo memorioso, evocador. Hasta me preguntó por una hermana de la maestra reynosense, que ahora vive en Victoria, y por un sobrino de su ex novia, que ahora es un exitoso ingeniero en gran empresa de Nuevo León. Hable con un Arnulfo feliz recordando sus vivencias.
La segunda ocasión, a principios de mayo, en otro casual encuentro, el profesor Arnulfo me contó que estaba bien contento porque el Gobernador Américo Villarreal Anaya le acababa de regresar a los maestros el Pago de Bono de Marcha. Hasta escribí unos comentarios en mi columna que titulé «Francisco no pago bono de marcha a profes».
Escribí entonces: «La mañana del lunes tuve una breve charla casual con el profesor Arnulfo Rodriguez Treviño, secretario general de la Sección 30 del
sindicato de maestros. El maestro dijo que en su mandato, el entonces gobernador Francisco García Cabeza de Vaca nomás nunca le pagó al magisterio el llamdop Bono de Marcha, que es la ayuda económica que otorga el Gobierno estatal a los familiares deudos de los profesores que fallecen.
El profesor Arnulfo me dijo entonces que estaba muy contento por la buena disposición del gobernador Américo por devolverle a los maestros sus conquistas sindicales, por eso me extraño bastante cuando inició el cierre de todas las escuelas oficiales de Tamaulipas. En los días sucesivos el profe Arnulfo se mostró soberbio, intolerante, y contundente en sus demandas. La primera demanda suya fue la inmediata renuncia de la secretaria estatal Lucía Aimé Castillo Pastor.
Hoy, los profesores han vuelto a las aulas, así como los alrededor de 800 alumnos.
En los días pasados de protestas, hasta un maestro que tomó el micrófono habló con timbre de orgullo que Tamaulipas era la única de las 32 entidades del país que estaba en paro magisterial.
El maestro Arnulfo tiene 77 años y sigue en activo en la educación. También tenemos conocimiento que otros muchos profesores y profesoras siguen trabajando en cargos de las Supervisiones Escolares, y de-fi-ni-ti-va-men-te no quieren jubilarse, pese a todo lo que conlleva su avanzada edad . Es muy importante el trabajo educativo, ¿pero será ya tiempo que nuestros diputados legislen para obligar a los mentores a jubilarse? Es pregunta.NOS VEMOS.
Azahel Jaramillo Hernandez
azahel_jaramillo@hotmail.com