DESDE ESTA ESQUINA.
MELITON GUEVARA CASTILLO.
25.10.2023
México está viviendo momentos inéditos en la política nacional. Por un lado, la 4T se consolida como partido único, dominante, predominante con la percepción de que se busca una forma de gobierno al estilo Cuba o Rusia; y en cuanto a la división de poderes, esquema creado por Montesquieu para que el poder por el poder mismo se mantenga en equilibrio, que no haya una supeditación de unos a otros… y todo hace indicar, por las acciones de AMLO, que la transformación va viento en popa: de ser cómplices en la época priista, a ser súbditos en la 4T.
No quiero equivocarme, pero si hacemos caso a la historia mexicana, sobre todo a la política, hemos de observar como siempre hay pleitos, reyertas, rebeliones, guerras internas, por la forma de gobernar. Todo empezó cuando dejamos atrás el virreinato para la lucha de centralistas o conservadores vs los liberales o federalistas. Hoy en día, la democracia priista, que era de colaboracionista, se está transformando en una centralista, de concentrar el poder en una sola persona, para convertir a los otros poderes en súbditos: ya lo es el legislativa, que solo obedecen ordenes de AMLO al grito de “es un honor estar con Obrador”.
SIMULACION Y COLABORACIONISMO.
Desde que se fundó el actual PRI hasta que perdió el poder, en el 2000, la división de poderes fue una simulación. Los líderes partidistas, los congresistas, el Presidente de la Republica, una y otra vez presumieron de una división de poderes, soporte de una democracia dirigida. Cada uno, es decir, el Presidente, el líder Congresal y el Presidente del Poder Judicial asumían ser autónomos, libres e independientes.
Y cuando, a uno u otro, se les restregaba que eso era una simulación, la respuesta siempre era lo mismo: que, en aras de apoyar a México, a sus instituciones, entre ellos siempre había coincidencias que nacían de una colaboración institucional. Todo cambio con la llegada de AMLO al poder y que los legisladores, en esencia de MORENA, se entregaron al Ejecutivo, al grado que a sus iniciativas no le quitan ni una coma. Se convierten, en esas condiciones, ya no en cómplices, pero si en súbditos, de tal suerte que pierden la independencia, la autonomía. Por eso, ahora para el 2024, MORENA quiere carro completo, para cambiar la Constitución a modo del tipo de gobierno que pretende.
CONQUISTAR AL JUDICIAL.
El problema en México es la abstención. AMLO gano con un promedio de 30 millones de votos, pero en realidad deben ser casi tres veces más. Pero eso fueron suficientes para ganar la Presidencia y, de paso, quedarse con el Poder Legislativo. El problema, para convertirse en el Poder Todopoderoso al estilo de Cuba, Nicaragua, Rusia, entre otros, es el Poder Judicial: intento cooptarlo por dos vías: alargar el periodo del Magistrado Arturo Zaldívar, violando la Constitución, que nos prosperó; y con la propuesta de nuevos magistrados, que igual, porque unos, dice AMLO, lo traicionaron y se declaran constitucionalistas.
Una tercera vía esta en tener un control político del Poder Judicial. Pretenden lograrlo con su propuesta de que los magistrados y jueces sean electos; para lograr tal propósito, requieren una mayoría calificada, es la apuesta de AMLO para la elección del 24: ganar las dos cámaras y, entonces sí, hacer realidad su voluntad: reformar la Constitución para tener el control total de los Poderes Estatales: para lograr la conversión de ser cómplices, como lo fueron en el priato, a ser subordinados en la época de MORENA, la 4T o del obradorismo.
PAIS DE UN SOLO HOMBRE.
Así se llama un libro de Enrique González Pedrero, quien tiene una excelente trayectoria como investigador, publico diversos libros, estuvo vinculado al Fondo de Cultura Económica y gobernó Tabasco. Uno de sus libros, constituido por 3 tomos, se llama “País de un solo hombre: el México de Santa Anna” y es la biografía de quien fuera Presidente de México durante varios periodos. Y eso me lleva pensar, a reflexionar, que México durante años ha sido gobernador por solo un hombre: después de Santa Anna, Benito Juárez se reeligió varias veces; Porfirio Díaz estuvo en el poder 30 años… y el PRI, como partido, casi 80 años: y el Presidente era el hombre más poderoso de México.
En las postrimerías del poder priista, a partir de los 70´s del siglo pasado se fue construyendo una oposición, se fueron creando instituciones para contener la concentración del poder, para haya rendiciones de cuentas, transparencia en el ejercicio del poder. Y como un péndulo, hoy AMLO encarna la voluntad de regresar al pasado, de concentrar el poder, que no haya división de poderes y que en la práctica impere una sola voluntad, igual que en tiempos priistas, pero ahora sin simulación, sin cómplices, como no son igual, ahora con súbditos, legisladores, jueces y magistrados que obedezcan sin chistar.
GOBIERNO Y OPOSICION.
En una lucha electoral el partido en el gobierno lleva ventaja: es el caso de MORENA, por eso se percibe que Claudia Sheinbaum será la próxima Presidenta. Y por lo que se ve, una extensión de AMLO, a menos que sea estrategia y que, ya en el poder, haga como Lázaro Cárdenas que le demostró a Plutarco Elías Calles, que el poder se ejerce y no se comparte. Así que, Claudia si llega ser Presidenta tendrá tres escenarios: ser un apéndice de AMLO, atender una a una sus indicaciones, ser sumisa y obediente; compartir con el ejercicio del poder o, de plano, demostrar que solo ella lo ejercerá… La oposición sabe que puede ganar, si está unida y maneja una estrategia que se adueñe de la agenda mediática.