DESDE ESTA ESQUINA.
MELITON GUEVARA CASTILLO.
31.10.2023.
Estoy convencido de que la vida nos enseña, casi nos obliga, a tener capacidad para prevenir y planear las cosas de nuestra vida. Nos enseña a golpe y golpe, claro, a aquellos que no tenemos la visión de aprender en la experiencia de los demás. Aprendemos, por ejemplo, que es posible planear cosas de nuestra vida, como que estudiar, si queremos viajar; pero también, la vida nos enseña, a tener capacidad para prevenir lo que pueda suceder. Por no planear se pierden oportunidades; por no prevenir, se sufren graves consecuencias.
El gran problema de muchos de nosotros es tan simple: no pensamos para tomar decisiones, o digamos, no pensamos lo suficiente. Recuerde que en mi juventud leí en libro de selecciones, en el apartado de frases célebres, algo así: cuando tomes decisiones, date mínimo un minuto para pensarlo. Desde entonces procuro meditar, reflexionar, sobre mis decisiones… claro, de todos modos, a veces no es la correcta, pero se corren menos riesgo.
APRENDER A ADMINISTRAR.
El principio básico es la administración. Es algo que aprendí en la preparatoria, allá por los 70´s. Para unos es administrar es obtener resultados a través del esfuerzo ajeno, porque coordinas el esfuerzo, la actividad de otros, eso es explotación. Administrar es tener la capacidad para planear, establecer metas y, de manera gradual, integrar los recursos materiales, el personal necesario, y entonces sí, bajo una dirección efectiva, lograr que con cada acción se vaya logrando la meta o el objetivo previsto.
A nivel micro es fácil administrar: tenemos nuestras propias necesidades, las básicas, como tener casa habitación, alimentos, salud, vestimenta, entre otras cosas. La cuestión son los ingresos: que son los que se tienen que administrar…cuando una persona, o familia, ve que disminuye su ingreso familiar, tiene que hacer un ajuste para que el dinero sirva para comprar lo básico, lo necesario o útil: es preciso sacrificar, por decir, algunas diversiones, un viaje, ir al cine o comprarse un nuevo vestido o pantalón. Si gastas más de lo que ganas, te endeudas y el problema posterior es como pagar.
PREVENIR Y PLANEAR.
Planear y prevenir son parte del proceso administrativo. Se planea para lograr una meta, como hacer un viaje; se prevé, es decir, nos preparamos para contingencias. En una familia, por decir, hay contingencias normales: como la entrada de los niños a la escuela o a la universidad, que implica gasto en inscripción (dicen que es voluntaria), uniformes y útiles escolares. Sabemos con anticipación de estos eventos, por lo tanto, podemos “prevenir” el gasto, es decir, ahorrar para llegado el caso hacer el gasto.
Hay, sin embargo, hechos que son difícil de prevenir. Como es el caso de una enfermedad, de un accidente o un hecho imprevisto que nos ocasione un gasto extraordinario. Lo mismo sucede con el gobierno: planea un ingreso y planea, establece pues con su presupuesto,
como gastarlo. Suceden, sin embargo, hechos no previstos como los desastres naturales. El más reciente, el paso del huracán Otis que masacro a los pobladores de Guerrero, en especial de Acapulco. Para casos como esos, es que existía el FONDEN, que AMLO desapareció porque, dijo, todo se lo robaban, pero a nadie acuso y menos metió a prisión por ello.
LA PLANEACION DE AMLO.
Andrés Manuel López Obrador tardo 18 años en llegar al poder: fue una meta que se fijó. Ya con el poder en sus manos, estableció otras metas: ser recordado, pasar a la historia, por eso tiene obras insignias que esta, a todo lo que da, para concluirlas en su periodo: como el tren maya, la refinería, los aeropuertos; también se puso como meta destruir a la oposición y establecer un gobierno al estilo PRI, donde solo impere la voluntad de un solo hombre (se entiende, la de él).
Para cumplir, o satisfacer esas metas, requirió de recursos económicos. Por eso, ha sacrificado, ha gastado, los fideicomisos, ya por eso se los quito al Poder Judicial, para gastarlos. Y en ese ir y venir, también elimino al FONDEN. Ahora con los daños de Otis a Acapulco, se nota, se advierte, que no hay los recursos necesarios, suficientes, para su reconstrucción. ya informaron que, si hay FONDEN, los recursos que tiene e incluso AMLO hizo notar que en caso de ser necesario… para eso está todo el presupuesto de la nación.
DAÑOS DE OTIS.
El primer daño que causo OTIS es la destrucción de Acapulco y pueblos circunvecinos, miles y miles de familias están sufriendo. Unos perdieron sus casas, otros bien que saben, difícilmente van a recuperar su negocio y, en consecuencia, habrá desempleo. Acapulco, hagan de cuenta, va a tener problemas para recuperar su condición recreativa. Como algunos negocios o empresas estaban aseguradas, las compañías aseguradoras van a perder… pero otros, hagan de cuenta, lo perdieron todo.
Tarde o temprano Acapulco va a resurgir. No será fácil, será necesario que todos, en principio el gobierno federal, AMLO, se ponga las pilas. Cuando aniquilo el FONDEN nunca pensó que la madre naturaleza le jugará una trastada de este tamaño: ahora, ante la falta de previsión, las consecuencias inmediatas serán, quiérase o no, castigar otras metas, reducir el apoyo de participaciones a los Estados, retrasar obras o de plano no iniciar otras… y tiene, vamos pues, la premura de concluir sus emblemáticas. En fin, recuerden que Dos Bocas ya la inauguro, pero aun no la concluyen, ni produce gasolina.