ALGUIEN ESTÁ FALLANDO
Por Clemente Castro González
En el ejercicio de gobierno no deberían de quedar cabos sueltos y temas sin aclarar porque podría crearse una percepción, de parte de los ciudadanos, que no corresponde a la realidad.
Los casos de el fiscal anticorrupción, RAÚL RAMÍREZ CASTAÑEDA y del auditor superior del estado, JORGE ESPINO ASCANIO, son dos casos ilustrativos de fracasos en el intento, de parte de la mayoría de diputados de Morena y aliados, por aportar a la gobernabilidad de Tamaulipas, al establecer estrategias para ajustar a dichos personajes a fin de que acaten la ley, cumplan de manera correcta con sus funciones y den los resultados.
En esencia lo que se busca es que los funcionarios señalados se abstengan de enfocar su labor para proteger intereses políticos de grupo y se articulen a la transformación que se esta dando en la el estado, por mandato popular.
Por supuesto que el problema es que tanto el auditor como el fiscal se han atrincherado en sus cargos protegidos con el escudo de una autonomía mal entendida, la cual utilizan para encubrir irregularidades evitando así que se acabe con la impunidad y que se haga justicia.
Y es que los propios servidores púbicos en mención son parte del problema porque no solo se trata de encubrir las trapacerías de quien los coloco en el puesto sino de diversos ex funcionarios que formaban parte de un gran entramado de corrupción y saqueo, de que son parte RAMIÍREZ CASTAÑEDA, ESPINO ASCANIO y otros individuos que conservan cargos relevantes con el sello del pasado, por ejemplo en el poder judicial y las propias fiscalías.
Diríamos que el “mal “esta identificado” pero los que deben remediar lo que pasa han equivocado la estrategia para ello.
Hasta ahora, luego de varios intentos por alinear a el abogado RAÚL y al ingeniero JORGE, éstos se han salido
con la suya utilizando el blindaje legal que, en su momento, les fue obsequiado dese el congreso local, para que hicieran lo que hacen de forma indebida.
Es decir, ocultar cuentas o entregar informes incompletos dese la Auditoria Superior del Estado y, en cuanto al fiscal, frenar las denuncias que se han realizado en contra de ex servidores a los que se les encontraron evidencias de haber incurrido en una serie de irregularidades en el ejercicio de los cargos que ostentaron en el sexenio anterior.
Ante lo que sucede, a éstas alturas sería pertinente que desde la jefatura política estatal se diera un manotazo, empezando por los de casa que han mal utilizado la representación y poder que tienen.
Es cuestión de hacer un recuento de los fracasos que se han dado desde el Congreso y ajustar a los que han contribuido a tejer una serie de derrotas en cuanto a la operación política.
A lo mejor de eso se trata: de hacer las cosas en forma errática para favorecer a los quienes se distinguen por su torcida terquedad de no entender que la situación ya cambio y que su deber es actuar con rectitud.
Igual tendría que revisarse lo que se hace desde el área jurídica de la administración estatal y, por supuesto, desde la General de Gobierno.
Porque hace ruido que mientras el mandatario estatal, AMÉRICO VILLARREAL ANAYA, no para en su propósito de marcar la diferencia con el pasado, en cuanto al ejercicio de gobierno y logros en beneficio de la colectividad, se den tropiezos reiterados, desde los espacios en mención.
Se supone que tendría que haber coordinación entre quienes están a cargo de lo jurídico y el ámbito que le corresponde lo político así como con los jerarcas que dirigen poder legislativo, cuidado las formas.
¿Acaso hay problemas de comunicación o autoridad en la relación que se da entre los citados mandos del ejecutivo y el legislativo?
De ser así lo sensato es identificar las disfunciones y hacer los ajustes necesarios antes que se vengan mayores tropiezos.
A lo mejor lo que se requiere es cambiar de estrategas y estrategia.
La percepción que se tiene es que con el fiscal general, IRVING BARRIOS MOJICA, esto se dio y hasta ahora, se avanza el la directriz trazada desde el ejecutivo.
En el cuanto a ESPINO ASCANIO, es factible que este esperando librarla por las arbitrariedades cometidas desde la auditoria a su cargo.
No se trata de sesgar la ley para favorecerlo pero tampoco de dar la impresión de que se le persigue debido a lo político.
Con relación al fiscal, algo efectivo tendrá que llevarse a cabo, en el plano legal o en las relaciones institucionales, a fin de superar el bache que se tiene y al que contribuye en cuanto a procuración de justicia.
Por lo pronto lo de los vicefiscales esta descartado ya que, de nueva cuenta, el abogado RAÚL, seguramente asesorado por el equipo jurídico que defiende al ex gobernador, CABEZA DE VACA, se salió con la suya.
AL CIERRE
El gobernador, AMÉRICO VILLARREAL ANAYA, acudió al segundo informe de la mandatario de Baja California, MARÍA DEL PILAR ÁVILA OLMEDA.
Ahí estuvo el mandatario estatal, en primera fila, al lado del Presidente, ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR.