DESDE ESTA ESQUINA.
MELITON GUEVARA CASTILLO.
22.11.2023.
Cuando Cuauhtémoc Cárdenas fue candidato presidencial se dio un hecho irrefutable: las plazas estaban llenas, principalmente con jóvenes universitarios. Luego, en la elección, no pudo ganar. Y la explicación, sencilla y valida, fue solo una: los jóvenes que llenaban las plazas en sus mítines, no ejercen su derecho a votar. Esa es la cuestión, ¿Por qué los jóvenes no votan? Según las estadísticas de cada 3 jóvenes, solo uno sale a votar, a ejercer su derecho cívico-político.
El tema es crucial rumbo a las elecciones del 2024: ya en este momento hay tres precandidatos oficiales: dos mujeres y un hombre. Claudia Sheinbaum por MORENA, Xóchitl Gálvez por el Frente Amplio por México; y Samuel García, por el Movimiento Ciudadano. Hasta el momento, según las encuestas, va a ganar la abanderada de MORENA. Sin embargo, Samuel le apuesta a lo que sucedió en Nuevo León, de que ir en 4 lugar gano la elección. Dice, quizá con razón, que el FAM no cuenta, que le lucha es contra MORENA.
INVERSION POLITICA.
Leí hace tiempo un artículo que, lamentablemente, no tengo a la mano. En esencia, hacía notar que un grupo de empresarios mexicanos hicieron una polla, para hacer el pago a una empresa inglesa sobre un estudio político-electoral. La cuestión es que, la conclusión fue contundente: va a ganar el candidato que logre hacer que los jóvenes voten, esa es la premisa. Y, luego entonces, la pregunta es solo una: ¿Quién lo lograra? Claudia se apoya en los programas sociales de AMLO; Xóchitl simplemente en que es oposición; en tanto que Samuel, vía redes sociales, busca impactar… y lo hace muy bien.
¿Les interesa, a los jóvenes, la política? En respuesta de botepronto, es que sí, pero no lo ven como una prioridad. Al menos en mi experiencia como docente, en los múltiples ejercicios que hicimos al respecto, lo que menos le interesa al joven es la política. Están convencidos de que la corrupción, la impunidad, siempre se sale con la suya. No valoran que una actitud de participación ha sido el arma, en diversos contextos, para derrotar al sistema, al partido en el poder, al gobierno.
LOS DATOS ESTADISTICOS.
“¿Entonces por qué no salen a votar? Organizaciones civiles sostienen que el problema es que 51% de las y los jóvenes desconfían de los partidos políticos9 y se desencantan después de la primera o segunda votación en la que participan, porque no ven los cambios que esperaban, ocasionando menor participación futura.10 Los datos oficiales respaldan esta última hipótesis, tomando como ejemplo los resultados del proceso electoral federal de 2017- 2018: 65% de las personas de 18 años votaron mientras que en el grupo de 20 a 29 años el porcentaje bajó a 53%” (https://www.codicemx.org/blog-interior/la-participacion-politico-electoral-de-la-juventud-mexicana).
Así lo apunta el Consejo de Investigación Ciudadana y Empresarial A.C. Quien hace notar, por otra parte, que el rumbo del país podría estar en manos de la juventud mexicana. Y refuerzan su postura, aseverando que 1 de cada 3 personas que pueden votar, pertenecen a este grupo. Enfatizando que los jóvenes prefieren acudir a las redes sociales antes que a las urnas para expresar su sentir político. El efecto es que, en una democracia, no tiene el resultado deseado. A lo largo y ancho de la historia los jóvenes han sido detonadores de actos relevantes, basta recordar el movimiento estudiantil de 1968, entre otros.
MILEI Y EL VOTO JOVEN.
En Argentina acaba de triunfar Javier Milei, un ultraderechista, que se autocalifica como anarcocapitalista. Unos festinan el péndulo político, la cuestión es lo que pueda resultar de su gobierno. Y los datos político-electorales hacen notar que su triunfo fue consecuencia de la participación de la juventud. Quiero pensar que voto así ante la falta de resultados de los gobiernos populistas, nacidos de las entrañas del peronismo.
¿Podemos vernos en el espejo de Argentina? Yo creo que no, porque no se puede negar que el gobierno de AMLO en ciertos sectores ha dado buenos resultados: no se dio, por ejemplo, una crisis económica, la inflación ha sido como quien dice controlada, ha favorecido a los más pobres con sus programas sociales, como la pensión universal para el adulto mayor. ¿Qué puede suceder, vamos pues, si la juventud se anima a participar? ¿Lo haría por Claudia Sheinbaum, Xóchitl Gálvez o Samuel García?
Las condiciones actuales es que gana Claudia, porque su estratega, su operador, es AMLO. Para que Claudia pierda las elecciones tendría que darse una serie de hechos y circunstancia que no pueda controlar su manager. Y como se ven, en este momento a los precandidatos, da la impresión que Xóchitl anda sin brújula. ¿Podrá Samuel repetir la hazaña de Nuevo León? Entiéndase, con el apoyo del voto joven.